La firma, que confecciona sus trajes de baño con los mejores componentes a partir de material reciclado y trabaja con las mejores fábricas de swimwear del mundo, ofrece cinco estilos diferentes de trajes de baño, cada uno confeccionado con un patrón totalmente propio y con una gran variedad de modelos a elegir. En total, más de 300, todos de edición limitada, además de KIDS, trajes de baño para niños, réplicas en miniatura de los modelos para padres.
COMIENZO EXITOSO
En 2009, tres amigos portugueses viajaron a Bali (Indonesia) y descubrieron un producto que era muy difícil de encontrar en su país de origen: los boardshorts. Así que, viendo el potencial que tenían, decidieron llevarse a casa una bolsa repleta de ellos y ponerlos a la venta a través de su nueva marca, a la que bautizaron con sus tres iniciales: DCK. Los trajes de baño se vendieron instantáneamente a sus amigos, familiares y de boca en boca.
Pero no fue hasta 2015 cuando Duarte Costa, uno de aquellos amigos, decidió involucrar en el proyecto a tres primos suyos a fin de darle el impulso que necesitaba para convertirse en lo que es hoy: una marca que cuenta con dos flagships en Lisboa y está presente en puntos de venta de todo el país, a los que hay que sumar su tienda online desde la que venden internacionalmente.
En la actualidad, DCK es la marca de trajes de baño número uno en Portugal y aspira a serlo en todo el mundo. Para lograrlo, han dado forma a un producto que aúna calidad, variedad, exclusividad y sostenibilidad a un precio justo (desde 39 hasta 44 euros).
Parte de su producción se lleva a cabo en Indonesia, donde todo empezó, y el resto en Portugal, que gracias al apoyo y el compromiso que marcas como DCK muestran a la producción local se ha convertido en una referencia internacional dentro del sector textil.