La industria de la belleza produjo 76.800 millones de envases de plástico en 2017, la mayoría de los cuales no se están reciclando, según datos de Euromonitor, empresa líder en la investigación estratégica de mercados. Se prevé que habrá más plásticos que peces en los mares y océanos para 2050. Realidades aterradoras que están originando un movimiento revestido con los ropajes de las tendencias que están empujando a los consumidores a entonar el ‘Zero Waste’ (cero residuos).
No queremos envases. Y mucho menos plásticos. Las sociedades modernas conscientes están poniendo su granito de arena en esta titánica tarea de salvar al planeta, o al menos intentarlo, y la industria cosmética, que siempre está al quite, está dando soluciones ecológicas, respetuosas y además la mar de funcionales.
La inglesa Lush Fresh Handmade Cosmetics fue pionera presentando ingeniosas y divertidas propuestas sin envase. Más de veinte años dedicada a ello le han permitido hacer algo inédito: Lush Naked Shop, la primera tienda del mundo libre de packagings (Milán, Berlín y Manchester). La americana Hibar (hellohibar.com ) también entona el ‘Goodbye Plastics’ con el lema ‘salva el mundo y siéntete bien haciéndolo’ y sus barras de champú y acondicionador sólidos (para cabellos secos, grasos o sin volumen) a base de aceites vegetales, vitaminas y aceites esenciales, que se están haciendo populares por lo que predican y lo que aportan (son muy prácticos para viajar). Pequeños pasos en la dirección correcta…