He aquí una historia tan vieja como el tiempo: una persona mira el móvil mientras trabaja, recibe un aluvión de notificaciones, pierde la concentración y nunca recupera la productividad anterior. Todos hemos pasado por eso, y no hay nada de qué avergonzarse. Pero si quieres recuperar parte de esa productividad y evitar la trampa del teléfono, tenemos algunos consejos para ti.
Establece algunas normas
Resulta molesto ponerse normas, pero también es muy eficaz. Para utilizar menos el teléfono, elige momentos específicos en los que sea aceptable y otros en los que no. Por ejemplo, consultar el teléfono durante las pausas para comer o los descansos breves designados puede ser aceptable, pero hacerlo durante las reuniones o a mitad del Pomodoro puede resultar molesto. De este modo, no serás demasiado draconiano y podrás seguir consultando el teléfono con frecuencia.
Hazte App-y
No te lo imaginas, pero tu teléfono puede ser la solución. Un salvador inesperado. Aplicaciones como Forest, Freedom y Moment pueden bloquear sitios web y aplicaciones que te distraigan y, de este modo, ayudarte a dejar el teléfono más fácilmente. Busca algunas apps para la productividad y considera la posibilidad de incorporarlas a tu pantalla de inicio.
Desnotifícate
Las notificaciones son literalmente el problema. Para que tu teléfono te distraiga menos, desactiva las notificaciones de redes sociales, juegos y otras aplicaciones que no estén relacionadas con tu trabajo. Las alertas cruciales están bien (de hecho, son cruciales), pero que tu ex publique una foto de su perro en Instagram, no.
Modo «No molestar»
La mayoría de los smartphones vienen con un modo «No molestar». Utiliza esta función durante las horas de trabajo para evitar que las llamadas, los mensajes, las notificaciones y, bueno, las molestias interrumpan tu flujo de trabajo. Encuéntralo en la sección «Ajustes» y personalízalo para que sólo te interrumpan en caso de emergencia.
Mantén tu teléfono fuera de la vista
Ojos que no ven, corazón que no siente. No es necesariamente cierto con la mayoría de las cosas (ex, por ejemplo), pero sí con los teléfonos. Guardar el teléfono en un cajón, un bolso o en otra habitación puede reducir la tentación de consultarlo constantemente. Es tan fácil como poner el cargador en otra habitación. El simple hecho de tener que levantarte para coger el teléfono puede disuadirte de hacer scroll innecesario y ayudarte a centrarte de nuevo en el trabajo.