Este es el segundo estudio que presenta Skyscanner sobre El futuro de los viajes . El concepto que ha querido destacar la compañía es el de “aeropuertos tecnológicos”. Y es que, según el informe, elaborado en colaboración con The Future Laboratory, nuestra presencia estará totalmente automatizada. Diremos adiós a las colas de facturación y los mostradores desaparecerán. ¿Qué pasará entonces con la maleta?

Es ahí donde entra en juego la tecnología y las herramientas que nos facilitan la vida. Los pasajeros tendrán etiquetas digitales predefinidas donde se tendrá toda la información correspondiente con el vuelo y el destino elegido. Las maletas podrán ser controladas en todo momento gracias a estas marcas. Los Smartphone también habrá que tenerlos cerca. A través de sus aplicaciones podremos monitorizar los tiempos de espera y escoger la mejor ruta para llegar a la puerta de embarque.

Nos despediremos también de los pasaportes. Quedarán olvidados con la llegada de las tarjetas de información biométrica. Con ellas, podremos aprovechar el tiempo en el aeropuerto con otras cuestiones relacionadas con el ocio. Porque sí, te querrás quedar un rato más antes de despegar. Y es que, los aeropuertos tendrán piscinas en las azoteas, cines, galerías de arte, jardínes… Está claro: una ciudad rodeada de aviones.

El bienestar de los viajeros está garantizado y la comodidad en su estancia también. Ni para hacer las compras nos tendremos que esforzar. Los aeropuertos incorporan el sistema tecnológico “Phygital” que permitirá realizar compras con un solo movimiento de mano u orden verbal.
Dentro del avión también habrá novedades. Asientos que se moldearán a nuestro cuerpo, donde se podrá controlar la temperatura personal de cada pasajero y dotado de un sistema de comunicación 3D, para tener más cerca a la familia durante el trayecto. Eso sí, los cotillas lo tendrán difícil para poner el oído en conversaciones ajenas. Los reposacabezas llevarán incorporados adaptadores de sonido que aislarán los diálogos. Ante todos estos puntos sólo hay una pregunta posible: ¿cuánto queda para el 2024? Que comience la cuenta atrás.