1. Es tarde para cambiar
Te asustan los cambios porque tienes miedo a lo desconocido. Llevas muchos años en la misma empresa y no te atreves a redirigir tu trayectoria y conocer nuevos métodos de trabajo. Perderás oportunidades sin darte cuenta.

2. Compararse con el resto
Cada compañero de trabajo posee unas cualidades diferentes que, en su conjunto, favorecen a la empresa. Piensas que no llegarás nunca a desarrollar las capacidades que ellos demuestras y ocultas tu potencial. Es cuestión de hacer hincapié en tus debilidades.

3. Ser demasiado perfeccionista
Si nunca estás contento con el trabajo que realizas, nunca podrás presentar la seguridad suficiente para proponerlo ante otros. Tienes que saber donde está el límite entre la disciplina en el trabajo y la presión que te generas a ti mismo.

4. Echar la culpa a otros de tus problemas
Crees que tu carrera se ha paraliza porque te rodeas de personas que no están a la altura de la situación. En un equipo de trabajo nadie debe ser más que nadie ni menos. Se puede sacar beneficio de cada inquietud y habilidad de los miembros de una empresa.

5. No valorar tus conocimientos
Estas un punto en el que has abandonado tu formación. Piensas que careces de los conocimientos para desarrollar un trabajo mejor y crecer profesionalmente. No te interesas por ampliar tus perspectivas y seguir aprendiendo.

6. La negatividad siempre presente
A menudo piensas que podrías llevar a cabo un proyecto o defender tu idea ante otros pero, a la hora de la verdad, rechazas ese pensamiento. Todo te parece un error. Esto sólo hará que tus defectos se vuelvan una fijación para ti y no puedas llevar a cabo todo lo que quisieras.

7. Tener miedo a equivocarte
Camina hacia atrás más que hacia delante. Muestras inseguridad para desarrollar un trabajo por tu cuenta ya que eres incapaz de aceptar el fracaso. Prefieres evitar ese momento a abrir nuevos horizontes. Nunca se conocerá realmente tu capacidad profesional.

8. Subestimar tus habilidades
Por supuesto, tanto en el trabajo como en tu vida personal tienes que ser humilde pero, también, realista. Tu actitud es la que determinará los logros que consigas en tu camino profesional. Lucha por aquello que consideras que mereces.

9. No fijar unos metas concretas
Es difícil que tu carrera evolucione si no determinas con exactitud qué quieres conseguir y cómo quieres llegar a ello. Establecer tus objetivos te ayudará a planificar tu trabajo y a esforzar por alcanzarlos.

10. Acomodarte sin experimentar
Hay muchas opciones laborales que pueden encajar con tu perfil. Quizás, en otra empresa puedan valorar más tus capacidades y donde te sentirás más motivado. Si no lo intentas, siempre tendrás la duda y nunca te sentirás satisfecho completamente.