1. Aislamiento social
Es uno de los malos hábitos más claros que ha producido la tecnología móvil. Muchas personas son capaces de quedar con amigos y apenas cruzar palabra con ellos durante esos encuentros ya que están demasiado ocupados mirando la pantalla de su móvil y manteniendo conversaciones paralelas a la real.

2. Dependencia
Como hemos dicho al principio, la dependencia es el síntoma más claro de lo que han hecho en nosotros las tecnologías móviles. Muchas personas aseguran sentirse “desnudas” cuando dejan en su casa su teléfono, creándose en ellos una ansiedad y una necesidad que es realmente preocupante.

3. Temeridad al volante
Es el colmo de los colmos. Incluso cuando estás parado en un semáforo o en un atasco, mirar el móvil es una auténtica temeridad que no deberías permitirte bajo ningún concepto. Ni que decir tiene el riesgo que supone para ti y para el resto de conductores que hay a tu alrededor si miras o usas tu teléfono móvil con el coche en marcha. ¡Todo puede esperar cuando vas al volante!

4. Falta de privacidad
Otra de las cosas que se han ido perdiendo sin apenas darnos cuenta en los últimos años es la privacidad. Subir continuamente qué hacemos, dónde estamos, con quién e ilustrarlo con fotos y vídeos, ha supuesto un cambio radical en nuestra forma de interactuar con el resto de personas y en nuestra forma de ver nuestra “parcela de intimidad”.

5. Dejar de disfrutar del “mundo real”
Muchas personas están más preocupadas de reflejar en las redes lo bien que se lo pasan, que de disfrutar de una forma real de lo que acontece a su alrededor. Deja el móvil de lado y mira lo que tienes alrededor, disfrútalo y vive el momento. Ya tendrás tiempo de compartirlo en las redes.