1. Pregunta
Si tienes dudas sobre algún tema ya sea en contenido o en forma, pregunta antes de subirlo a tu web, blog o red social y arriesgarte a meter la pata. Lo mejor es aclarar cualquier duda a priori y que no te saquen los colores una vez colgado.
2. Divide los temas
Si tienes un tema muy largo para un día antes de subirlo fíjate en si podrías dividirlo en dos o incluso en tres. Además esto se puede hacer de dos maneras: subiendo ese tema “por entregas”, o haciéndolo de manera totalmente independiente uno de otro.
3. Inspírate
Para encontrar temas y contenidos sobre los que hablar, primero tienes que leer mucho y a diario. Si no lo haces, ¿dónde pretendes encontrar la inspiración? Leer prensa, otras webs (sean o no similares a la tuya) etc., te permitirá coger ideas que te sirvan de inspiración para la tuya. Por supuesto, ¡nunca plagies nada!
4. Utiliza vídeos y fotografías
El contenido visual funciona muy bien. Hay miles de vídeos y fotografías interesantes que pueden servirte como contenido para tu web. Recuerda que obviamente siempre tienen que estar relacionados con la línea que sigues normalmente. ¡Y no abuses de ellos!
5. Mejor nada que algo irrelevante
Si algún día no encuentras nada que publicar o encuentras menos cosas que las que subes diariamente, no cuelgues nada por rellenar. Las cosas poco interesantes o irrelevantes pueden hacer que pierdas lectores.