1. Conocer a tu jefe
Con esto nos referimos a tomarte la molestia de saber qué tipo de persona es, qué le gusta y le disgusta, cuál es su método de trabajo, etc. Si conoces esas claves, tendrás muchos pasos ganados con él.

2. Compartir hobbies
Si ya conoces (más o menos) a tu jefe, puedes proponerle compartir hobbies que tengáis en común: jugar al tenis, al golf, ir a comer a algún buen restaurante… cualquier cosa que a ambos os guste y que pueda unir lazos más allá del simple ámbito laboral.

3. Hacer tu trabajo de la mejor forma posible
No es suficiente con ir cada día a tu empresa y hacer lo justo y necesario hasta que llega tu hora de salir. Tienes que dar lo mejor de ti cada día, como si cada proyecto que te encargase tu jefe fuese el más importante. Muéstrate apasionado y feliz con tu trabajo.

4. Ser puntual
Un trabajador impuntual denota muchas cosas: falta de interés, de responsabilidad, de gusto por su trabajo… No es simplemente un retraso de unos minutos, es un reflejo de todo eso y mucho más, que además puede acarrear la pérdida de tu puesto de trabajo.

5. Ser discreto
Si tu jefe te cuenta un proyecto que tiene entre manos para la compañía, un acuerdo a punto de firmar o simplemente algo personal, lo más importante es que seas discreto. Que lo que te cuente quede entre tú y él, ya que si lo vas comentando por ahí, es muy probable que se acabe enterando de tu falta de discreción. Y esa desconfianza que tendrá contigo es muy difícil (por no decir imposible) de recuperar.

6. Tomar la iniciativa
A cualquier jefe le gusta que sus empleados tengan decisión e iniciativa propia para hacerse cargo de determinados trabajos o proyectos. Esto le hará ver que te interesa lo que haces y que estás dispuesto a colaborar en todo lo que haga falta.

7. Ser resolutivo
Si la empresa tiene algún problema y alguien propone una buena solución para el mismo, esto será valorado de forma muy positiva por cualquier responsable de la compañía. En todas las empresas buscan personas que sean resolutivas, desenvueltas y decididas a la hora de encarar los malos momentos o los problemas que surjan en el día a día.

8. Apoyarle en proyectos
Si tiene algo entre manos, ofrécete para ayudarle en todo lo que haga falta: con la presentación, organizando reuniones, haciendo llamadas e incluso aportando ideas que puedan enriquecer el proyecto.

9. Demostrar tu “amor” por la empresa
Este último punto se consigue simplemente siguiendo todos los anteriores. Siendo puntual, resolutivo, capaz, discreto, responsable… No hay mejor manera de demostrarle a tu jefe lo que te importa la empresa y tu trabajo que cumplir con todo eso.