Canada Goose comenzó su andadura en 1957. Lo hizo como una marca con un target muy definido: la clase trabajadora, en especial, la canadiense, lugar de origen de la firma. Desde entonces, sus prendas han evolucionado y hemos podido ver la marca desde conquistar el Everest con una de sus cazadoras hasta ser el complemento de lujo de los más jóvenes. De ser la firma pensada para que la clase obrera pudiera acceder a ella, a tener en su portfolio algunas de las prendas más caras del mercado.
Esta evolución de la marca y su entrada en el sector del lujo ha sido, en parte, responsabilidad de las colaboraciones que ha hecho la marca durante años. Marc Jacobs, Vetements, OVO, Opening Ceremony, Y/Project y Junya Watanabe, son algunos de los nombres que han pasado por la marca de manera momentánea para crear conjuntamente prendas y complementos que hicieran de Canada Goose lo que es hoy, una referencia en la industria. Sin embargo, ninguno se ha quedado de forma permanente. Hasta hoy.
Haider Ackermann (Bogotá, Colombia, 1975) ha fichado por la marca como su primer director creativo en plantilla. Esta noticia es importante por dos motivos. El primero de ellos, porque es la primera vez que la canadiense ocupa este rol de manera continuada; el segundo, el nombramiento puede significar un punto de inflexión en la marca hacia un nuevo camino.
Desde las altas esferas de la marca han confirmado que el tiempo de las colaboraciones ha llegado a su fin y que Ackermann llega para quedarse y supervisar todas las creaciones que se realicen desde Canada Goose. Pero más allá de la relevancia de la incorporación de este nuevo cargo en la marca, el fichaje de Ackermann y no de otro diseñador es significativo. El colombiano es conocido por su dominio en la sastrería, de manera que su nuevo cargo elevará la estética de la marca al introducir nuevos colores, formatos, patrones y diseños. Al ser precursor una sastrería vanguardista, sus propuestas, seguro, serán más atrevidas.
