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Bell&Ross reafirma su apuesta por el diseño único con el modelo BR X2

El pasado año, Bell & Ross lanzó la segunda generación de su colección “Experimental” con el modelo BR X2, donde la caja y el movimiento formaban un único elemento. En su objetivo por superar los límites y llevar el desafío de la transparencia al extremo, este año la marca presenta el BR-X2 Tourbillon Micro- Rotor Skeleton. Este modelo simplificado ilustra perfectamente la idea que la firma tiene de la Alta Relojería contemporánea, con el movimiento exhibido como una obra maestra dentro de un entorno ultramoderno.

El concepto detrás del BR X2 es llevar el movimiento directamente en la muñeca. El mecanismo pasa a un primer plano, mientras que la caja desaparece. Bell & Ross diseñó y desarrolló un movimiento cuadrado excepcional, el calibre de fabricación BR-CAL.381, que adopta la emblemática forma cuadrada de la marca. Dicho movimiento se establece entre dos placas de cristal de zafiro, unidas por una estrecha banda de acero mecanizado como una sola pieza para garantizar una visibilidad sin restricciones. Esto hace que la caja sea prácticamente invisible, al igual que la esfera, para mostrar el movimiento esqueletizado y permitiendo que todos los elementos del mecanismo puedan ser admirados. Para un movimiento de este tipo el reto es eliminar la mayor parte posible de material, asegurando a la vez los requerimientos mecánicos y respetándolos.

Para este modelo, Bruno Belamich, director creativo de Bell & Ross, desarrolló una idea utópica: “Fusionar la caja y el movimiento en un solo componente para hacer desaparecer la caja permitiendo que sólo el movimiento sea visible”. Así, con el fin de resaltar la pureza estética y la experiencia técnica inherentes a esta pieza, el diseñador optó tanto por la simplicidad como por el alto rendimiento. Una auténtica fusión entre tradición y vanguardia. Este reloj de dos agujas muestra las horas y los minutos con una precisión óptima gracias al tourbillon volante que compensa la fuerza gravitacional de la tierra. Simplicidad, sí; pero también elegancia y sobriedad gracias a sus discretas dimensiones y delicadeza, con el movimiento extrafino de tan sólo 4,05 mm y automático provisto de microrotor.