Aunque nació en Estados Unidos y fue proclamado como patrón de Brooklyn, Paul Auster supo llegar a cientos de países con su espléndida literatura. De hecho, se le reconoció como tal en nuestro país a través del premio Príncipe de Asturias de las Letras en el año 2006. En España hubo dos editoriales que se encargaron durante años de publicar sus obras al castellano: Anagrama y Seix Barral. Con la primera editorial mantuvo una estrecha relación con hasta aquel entonces director, Jorge Herralde, y con la segunda publicó sus últimos libros.
No obstante, su fichaje por la editorial catalana no sentó bien a Herralde, puesto que la marcha de Paul Auster se dio, entre otras circunstancias, por dinero. La noticia del enfado de Herralde con Auster llegó a oídos del escritor americano, quien rápidamente escribió una carta dirigida al director de Anagrama disculpándose por lo sucedido y demostrando un afecto de amor por la editorial.
«Lamento que se haya generado acritud durante la negociación de los derechos de bolsillo. No tenía ni idea, porque lo que se me transmitió fue que todo se había hecho con sumo tacto». Auster, que no quería abandonar la editorial Anagrama en un principio, explicó a Herralde que los motivos de su marcha eran económicos sí, pero en parte obligados por la oferta de Sexi Barral: «Como comprenderás, me resultó muy difícil renunciar a una suma tan elevada de dinero. Estoy a punto de cumplir 65 años, no sé cuántos libros seré capaz de escribir y el dinero me proporciona cierta tranquilidad con respecto a garantizar el futuro para Siri y Sophie cuando yo ya no sea capaz de ganar tanto como he ganado en el pasado«.
La carta de Paul Auster continúa dirigiéndose entonces al afecto del escritor por la editorial Anagrama y por su director, Jorge Herralde, poniendo de ejemplo al caso francés, donde a pesar de que sus obras se editan en Livre de Poche, sigue «siendo leal» a la editorial Actes du Sude: «Quiero que te quede claro, Jorge, que no he dejado Anagrama, que seguiré siendo un autor de Anagrama hasta mi último aliento. No debemos dejar que esto se interponga entre nosotros. Tu amistad es esencial para mí y hasta que me metan en el ataúd quiero seguir siendo un miembro de la familia Anagrama».
A este mensaje de afecto se le sumó una promesa de Paul Auster a Jorge Herralde. El escritor le aseguró que si hacía falta «viajaría a España para ayudar a promocionar Diario de un invierno» -obra que se estaba apunto de publicar en aquel año-. «Quiero ayudar en lo que pueda a Anagrama», cerró el escritor.
Esta carta y muchas otras más que recibió Jorge Herralde durante su dirección en Anagrama se encuentran recopiladas en una obra publicada por la propia editorial titulada Los papeles de Herralde. Una historia de Anagrama 1968-2000.