El 3 de septiembre millones de niños franceses comenzaban el nuevo curso. Esta vez de una forma un poco diferente a otros años debido a una nueva ley que les prohíbe el uso del teléfono móvil en horario lectivo si tienen menos de 15 años. Así, esta nueva norma afecta a colegios de primaria y secundaria de todo el país
Esta ley se aprobó en junio y contó con el apoyo del presidente de la república, Emmanuel Macron. Su entrada en vigor se hizo efectiva en agosto, pero se ha esto en práctica con el inicio del curso escolar. Supone una extensión de la normativa ya en vigor desde 2010 sobre el uso de teléfonos en las aulas, pero introduce la novedad de no poder usar el móvil ni durante descansos o la comida.
Los centros tienen la libertad de ampliar la prohibición a los estudiantes mayores de 15 años. También existe la excepción de que aquellos alumnos con divergencia sí puedan hacer uso de ellos. Cada colegio, además, podrá determinar si los alumnos apagan y dejan los teléfonos en sus taquillas, si lo dejan directamente en casa o que un profesor los vigile.
El ministro de educación francés, Jean-Michel Blanquer, asegura que se trata de una medida acorde con los tiempos actuales y que mejorará el rendimiento de los 12 millones de estudiantes de primaria de Francia.