Es la pecera más grande de Latinoamérica. En ella podremos encontrar 230 especies entre tiburones, cocodrilos, pirañas, medusas, caballos de mar, corales, barracudas, entre otros. Todas estas especies gozarán de un hábitat muy parecido al original. Pretenden adaptarse a las necesidades de estos animales marítimos y su vida en el mar. Para ello, se reutilizan 22 millones de litros de agua de mar traída de Veracruz, en el Golfo de México.
El objetivo es que, además de ser un lugar de encuentro entre el mar y las personas, sea un lugar de aprendizaje. Por ello, el acuario ha puesto en marcha la iniciativa llamada edutainment (educación más entretenimiento). A través de ella, los curiosos podrán visitar las instalaciones de forma más amena y divertida e incluso podrán tocar y alimentar a algunas de las especies que vean en el recorrido.
El recinto contará con 48 exhibiciones en un área de 3.500 metros cuadrados y una estructura divida en cuatro niveles subterráneos. El acuario tiene una profundidad de 26 metros. Aquí, se podrán ver espectáculos con aves como tucanes o guacamayas. También habrá espacio para los pingüinos pero, para verlos, habrá que esperar hasta el invierno que será cuando estos sean trasladados al acuario.
Se espera que en un futuro, el que ya es el acuario más grande de toda América Latina, llegue a tener 10.000 ejemplares de 307 especies. Con este acuario, el magnate Slim suma a su lista empresarial, que va desde las telecomunicaciones hasta las tiendas departamentales, un nuevo modelo de negocio con la que seguir aumentando sus beneficios y su éxito.