Aunque levantarse temprano puede ser complicado al principio (sobre todo si no tienes responsabilidades que te obliguen a hacerlo), es muy positivo a medio y largo plazo. La productividad y la energía incrementan notablemente y, aunque suene obvio, podrás aprovechar más el día para hacer todo lo que tengas en mente. La web Soy Entrepreneur nos da estos 6 sencillos consejos para comenzar a ponerlo en marcha.

1. Cambia la perspectiva
El sueño es algo totalmente necesario y vital. Un buen descanso influirá de forma muy positiva a lo largo de tu próxima jornada. Tienes que comenzar por darle al sueño la importancia que merece y dedicarle las horas necesarias.

2. Cambia tus horarios
Si quieres madrugar obviamente no podrás hacerlo con fuerzas y ganas si te acuestas tarde y no duermes las horas necesarias para que tu organismo se recupere. Empieza a acostarte más pronto poco a poco, hasta que tu cuerpo se habitúe a los nuevos horarios.

3. Modifica malos hábitos
Como cenar tarde, comer cosas pesadas antes de dormir… Pequeñas pinceladas que cambiarán mucho tu rutina diaria.

4. Deja preparadas las cosas del día siguiente
La ropa que te vayas a poner, la comida para llevar al trabajo, la mochila hecha… tenerlo todo acabado antes de acostarte te ayudará a dormir más tranquilo y a no ir con prisas la mañana siguiente. Muchas veces lo que nos mantiene en la cama no es el sueño, si no la pereza de todas las cosas que tenemos por hacer.

5. Apaga todos los dispositivos electrónicos
Por lo menos una hora antes de ir a la cama. Dedícate a otras cosas más relajantes como leer, dibujar o escuchar algo de música tranquila.

6. Crea una rutina para antes de dormir
Intenta hacer siempre lo mismo antes de acostarte: estirarte, leer, hacer ejercicios de relajación, tomar un vaso de leche… cualquier cosa que te guste y convertirla en rutina.