A un ritmo de vida como el que lleva cualquier empresario a día de hoy, buscar técnicas que consigan relajarnos, encontrar paz mental, desconectar de los negocios en los rato libre y manejar el estrés y la ansiedad provocados por el trabajo se convierte en una cuestión de supervivencia.
Existen infinidad de técnicas de relajación tan diversas como cada persona: hay quienes escogen hacer deporte al aire libre, asistir a clases de baile, pintar, escuchar vídeos ASMR, aromaterapia… Una de las novedades en las técnicas de relajación es el journaling.
Llamamos journaling a la práctica que consiste en plasmar todo aquello que se nos pase por la cabeza en un cuaderno a modo de diario, es decir, vaciar nuestra mente para poder relajarnos: miedos, sueños, esperanzas, planes, negocios, canciones, libros, preocupaciones y todo lo que se nos ocurra de la manera que deseemos plasmarlo, es decir, no existe ningún esquema a seguir, se trata de dejar a nuestra mente escribir en ese diario.
El journaling pretende aprovechar al máximo cada espacio del papel, permitiéndote utilizar elementos visuales como símbolos, ilustraciones, elementos decorativos, colores, pegatinas, fotografías, mapas mentales… No se trata de que quede más o menos bonito, más o menos entendible, se trata de plasmar lo que tienes en la mente tal y como te lo pide.
Según algunos estudios, el journaling es una práctica que ayuda a mejorar la composición de ideas y a aclarar temas, a aumentar el coeficiente intelectual, y te ayuda a meditar, por lo que se trata de una sencilla técnica que puedes realizar diariamente en cualquier lugar para ayudar a cuidar tu salud mental y alejar de tu mente el agobio y el estrés del día a día.
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