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Ferrari 250 GTO: la subasta más cara del mundo

El Ferrari 250 GTO de 1963 se ha convertido en el coche clásico más caro del mundo. El coleccionista David MacNeil, director general de WeatherTech, una conocida empresa de piezas de automóviles y un reconocido coleccionista de Ferraris, se ha convertido en su nuevo propietario tras pagar los 70 millones de dólares en los que se tasó el coche.

Su elevado precio se debe a la exclusividad que rodea este modelo: tan solo se fabricaron 39 unidades. Este coche, en concreto, está considerado como uno de los que están en mejor estado. Además, el historial de competiciones que hay tras este coche también aporta un valor añadido al coche.

En ‘250’ de su nombre hace referencia a la capacidad de cada cilindro (250 cc). Así, las siglas GTO expresan su condición de ‘Gran Turismo Omologata’ (Gran Turismo Homologado). Bajo el capó, un motor V12 de 3 litros y 300 CV, que aún hoy está considerado como uno de los mejores del mundo.

Un coche con mucha vida

Este coche fue, durante sus primeros dos años, parte de los equipos belgas Ecurie Francorchamps y Equipe National Belge. En 1963, terminó en cuarto lugar en las 24 Horas de Le Mans y en primer lugar en el Tour de France al año siguiente. Entre 1964 y 1965 compitió hasta en 14 eventos, incluyendo el Grand Prix de Angola. También se dejó ver en competiciones celebradas en España entre los años 1966 y 1969.

Después de estos años de competición, el Ferrari 250 GTO descansó durante casi 20 años hasta que a finales de los años 80 lo compró Henri Chambon, que supuso su regreso al circuito de carreras. Finalmente, hasta día de hoy, el coche fue adquirido por tres personas más: Nicolaus Springer lo compró en 1997; en el año 2000 fue adquirido por Herr Grohe -por 6.5 millones de dólares- y, posteriormente, su último propietario hasta el momento de la compra ha sido Christian Glaesel.