¿Cuántas veces has pronunciado las palabras ‘lo siento’ cuando en realidad no has ofendido a alguien o cometido un error? Es un fenómeno común, especialmente en el entorno laboral. Aunque pienses que tus disculpas muestra deferencia, respeto o adaptación, en realidad te hace parecer inseguro con respecto a tus propias habilidades profesionales.

Usar el ‘lo siento’ como una respuesta ocasional puede ser muy efectivo en el trabajo, incluso en el hogar o con tus amigos. En el mejor de los casos, demuestra humildad y pide disculpas. Sin embargo, su excesivo uso puede percibirse como una excusa. Hay situaciones en las que se le puede dar la vuelta a la recurrente fórmula de disculpa y es posible adoptar un enfoque diferente para encontrar otras formas de expresar lo que realmente sientes.

Una de ellas, por ejemplo, puede ser sustituir el ‘lo siento’ por un ‘gracias’. Si te retrasas con un informe o un proyecto, omite las excusas (“lamento mucho no tener esto listo todavía”) y recurre a un “gracias por tu paciencia, lo tendrás sin falta para el próximo día”. Así muestras preocupación por el asunto sin tener que disculparte por no haber llegado a tiempo para entregar determinado encargo.

La clave de toda disculpa está en usar las palabras adecuadas, por eso es importante que, lo hagas como lo hagas, te disculpes con educación y sin arrogancia.

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