Imagina que por algún casual estás buscando una casa y encuentras una en las agencias inmobiliarias con mucho espacio, muebles de diseño, situada en una zona mágica y además con piscina. El problema es que solo tiene un pequeño inconveniente: no se puede vivir en ella.
Este es el problema que tiene Harry Macklowe, un promotor inmobiliario que ha puesto a la venta su casa en Los Hamptons por un precio de 38 millones de dólares. El problema es que la vivienda no tiene certificado de ocupación debido a que se encuentra en una zona protegida.
Esto hace que la residencia de Los Hamptons de 5.500 pies cuadrados, con 4 dormitorios, 4 baños y una piscina sean inhabitables para aquellos que decidan comprar esta casa. Por el momento, nadie ha preguntado por la vivienda y Macklowe ha intentado en varias ocasiones llegar a un acuerdo con las autoridades medioambientales para que pueda recibir dicho certificado, aunque siempre ha recibido la misma negativa de siempre.