El ser humano vive con el modo supervivencia activado, no con el modo felicidad. Esto no es por elección, es algo que viene dado. Por todo esto, las situaciones en las que nos sentimos felices realmente no se dan cada día. En ocasiones nos vemos enfrentándonos a sentimientos muy negativos que nos hacen sin felices, y todo esto sin darnos cuenta de ello. El cerebro es el que actúa de forma independiente en muchas ocasiones, y nos provoca estos sentimientos de infelicidad.
Por ello, es precisamente el cerebro el que lidera estos pensamientos, el instinto de supervivencia. Si dejamos que el cerebroa actúe todo el rato por su cuenta, nos veremos inmersos en estos sentimientos negativos. La buena noticia es que no tienes que hacer caso a tu cerebro por fuerza, puedes convertir estos pensamientos negativos en pensamientos positivos. Nuestro cerebro evoluciona de tal forma que parece estar siempre a la busca y captura de problemas, y por ende siempre los acaba encontrando. Estamos entrenados para encontrar fatalidades incluso cuando buscábamos algo positivo.
Construye un circuito positivo
La negatividad se puede apoderar de ti en cualquier momento, por ello tienes que construir un circuito positivo para evitarlo. Es tan sencillo como pasar un minuto buscando cosas positivas, hazlo tres veces al día. Esto ayudará a que tu cerebro encuentre más cosas positivas que negativas a la larga. A lo mejor piensas que no existen tantas cosas positivas a tu alrededor. Es importante que tengas en cuenta que hay belleza en los rincones más inesperados, tienes que ser muy tolerante al respecto. Es difícil ser positivo si todo el mundo a tu alrededor es negativo. Por ello, tu cerebro va a tener que ser más fuerte que todos ellos. Ignora los pensamientos negativos de tu círculo, y obtendrás la mejor de las recompensas.
Es muy importante mantener unas expectativas reales en cuanto a la felicidad se refiere. Todo esto no tiene que ver con mantener un estado de nirvana durante todo el rato. Simplemente se trata de ahorrar ciertos momentos de angustia que produce nuestro propio cerebro y que no tienen ningún tipo de valor real, ni sirven de ayuda en la mayoría de las ocasiones.
Tienes el poder de elegir el siguiente paso que vas a dar, no menosprecies esta oportunidad porque es totalmente única. Nunca vas a saber los resultados con antelación, pero precisamente esa es la parte más divertida de todo esto.