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Garden Lodge, la mítica mansión londinense de Freddie Mercury, sale a la venta por 35 millones de euros

El líder de la banda Queen adquirió la mansión del lujoso barrio de Kensington en 1980 y la convirtió en su hogar hasta su muerte en 1991.

Tras la subasta de más de 1.400 objetos personales del cantante Freddie Mercury, incluidos trajes, borradores manuscritos de emblemáticas canciones y su icónico piano de media cola, celebrada el pasado mes de septiembre, llega la venta de la mansión en la que vivió el líder de la banda Queen.

El artista compró Garden Lodge, una mansión situada en el lujoso barrio de Kensington y con un muro de más de dos metros y medio de alto para mantener la intimidad, en 1980 y fue allí donde estableció su hogar y falleció en 1991.

La mansión, que nunca ha estado abierta al público, la heredó Mary Austin, una de sus íntimas amigas, que, tras más de tres décadas viviendo en ella, la ha puesto a la venta por treinta millones de libras esterlinas (unos 35 millones de euros), según publica Bloomberg.

Refugio en Londres

El artista, según publica el medio de comunicación, buscaba un refugio en Londres y se enamoró del «silencio y la paz» que había en toda la casa de ocho dormitorios, dos impresionantes salones, un comedor –en el que el artista organizaba sus multitudinarias cenas–, cocina, dos baños completos en la suite en la que dormía Mercury, una sala principal, su estudio y dos salas más para entretenimiento.

Garden Lodge también tiene un enorme jardín de inspiración japonesa que Mercury quería que emulase los famosos jardines de Kioto, con pérgola de madera, y estanque con carpas oriundas del país nipón.

A lo largo de estos más de treinta años, Austin ha mantenido casi intacta Garden Lodge: «Había trabajado en la casa con él y para él. Siempre será suya. Era su sueño. Era su visión», asegura su amiga.

Las famosas corona y capa que llevó Freddie Mercury son dos de los objetos que se subastaron el pasado mes de septiembre.

Ahora, sin los enseres de Mercury tras la subasta, la mansión está preparada para la venta: «Lo último que quiero es que alguien diga que lo compra, lo explote o lo demuela», lamenta Austin. «Esto es único, tiene su belleza. Sé que tiene un propósito para alguien. Lo tenía para Freddie».

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