Cambiar de trabajo también puede ser aterrador, pero en función de tus preocupaciones hay que elegir un camino u otro. ¿Por qué no compartes tus preocupaciones con tus compañeros de trabajo? Igual hay una solución que no implica dejar tu trabajo. Antes de abandonar ese puesto por el que tantos años has soñado, es bueno agotar todas las posibilidades que te permitan mejorar la situación. Puedes iniciar una búsqueda de empleo sigilosamente mientras intentas arreglar tus asuntos con la empresa. La pregunta que hay que plantearte es si merece la pena seguir luchando por ese trabajo.
Si la respuesta es ‘sí’, aún puedes cambiar las cosas y llamar la atención en tu ámbito de trabajo. ¿Qué tienes que perder? Pon a prueba tu capacidad para superar crisis. Crecerás en el proceso tanto si te quedas como si no.
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