Apaga las notificaciones
Cuando estés trabajando, quita el sonido al teléfono móvil o desactiva las notificaciones del correo electrónico y las redes sociales. Haciendo esto te ahorrarás todas esas felicitaciones navideñas en forma de mensaje, foto o vídeo que te envíen tus contactos. Estar en tu puesto de trabajo desconectado de todo eso te ayudará a centrarte en tus tareas.

Piensa en el dinero que te estás ahorrando
Mientras los demás están hacinados en los centros comerciales y en los bares haciendo compras, tú estás en la oficina ahorrando una gran cantidad de dinero. No hay mal que por bien no venga, piénsalo así. Al fin y al cabo, para tomarte algo con los amigos también tendrás los festivos, los fines de semana o el afterwork.

Recuerda que todo esfuerzo tiene su recompensa
Posiblemente las guardias de Navidad te las paguen aparte. Si no es así porque tu trabajo es más de oficina, puede que tengas otras recompensas como, por ejemplo, no tener un montón de papeles que ordenar y asunto que resolver justo el lunes 4 de enero que te pueden traer mucho estrés, dolor de cabeza y hacer, incluso, que tengas que perderte la cabalgata de Reyes.

No olvides que tu cuesta de enero será menos dura
Cuando llegue el lunes cuatro de enero, tú no volverás cansado, con resaca y más gordo de lo habitual. Posiblemente tampoco tendrás que ajustarte el cinturón tanto, ni sentarte a hacer horas extras para poner al día todo lo que dejaste de lado durante las vacaciones. Siempre puede quedar algo pendiente o puedes tener también algo menos de dinero, pero seguro que tu vuelta no será tan dura como la de aquellos que estuvieron de vacaciones toda la Navidad.