Generaciones pasadas, estuvieron muy focalizadas en la cultura del materialismo, entendido como modelo de prosperidad en la vida para atender la escasez de recursos y mejorar su calidad de vida. Hoy en día es igual, pero esta generación intenta darle un sentido a todo; busca historias que poder contar a sus nietos; en definitiva, marcar la diferencia. Hasta hace unos años el objetivo de los baby boomers era tener una casa en propiedad, una vivienda en la sierra, en la playa… Según un estudio realizado por Goldman Sachs, los Millennials no le dan importancia a la propiedad, ya que no piensan en un estilo de vida estático, valoran experiencias. Si mañana tienen que tomar una decisión importante, valorarán los pros y contras sin vértigo a nuevos retos, ni ataduras.
La evidencia es tan palpable que incluso están alterando el consumo: Uber, la compañía más grande de “taxis”, no tiene vehículos. Facebook, la red social propietaria de los datos y contenidos de medio mundo, no crea dicho contenido. Airbnb, la plataforma más grande dedicada a alquilar viviendas, no tiene viviendas. Alibaba, el retailer más valioso del mundo, no tiene inventario alguno.
¿Tienen éxito estas empresas porque un conjunto de la sociedad se ve reflejado en ellas? ¿Qué venden? Vende al consumidor una experiencia. La crisis es sinónimo de oportunidad, ya sea económica, personal o profesional. Hoy en día no pueden entender la vida como un trabajo rutinario y sin sentido. Unos valen para construir casas, y otros para diseñarlas. Es importante preguntarse: ¿Qué? ¿Por qué ¿Para qué?
La mayoría de las crisis llegan en el momento menos pensado y casi siempre, acompañadas de algún ingrediente especial, ya que las malas noticias nunca llegan solas. Lo importante es estar preparado para estos obstáculos/ crisis: personales, profesionales, etc. Es básico cuidar el cuerpo, la mente y la familia para hacer frente a todas ellas y salir victorioso.
Físicamente, es más fácil resistir una gripe si no fumas que si te fumas 10 cigarros al día. Es mejor correr 2 km diarios que sentarte en el sofá y no hacer nada. Entrenar el cuerpo es fundamental. Loa Millennials tienen todo a su favor y casi ningún chequeo médico que hacer. Entre los 25-35 años es la edad de crear hábitos, ya sean buenos o malos; deben intentar que sean buenos para sentirse más felices, plenos y de mejor humor.
Cuidar la mente es básico también. ¿Cómo puedo hacerlo? Evitando tonterías en la tele que matan el tiempo (recuerda que cada segundo eres más viejo), leyendo cosas que te interesen. El punto más importante es la familia. Hay que cuidarla porque es única e irrepetible. Como dice Michael Corleone “Toda mi vida he luchado por proteger a mi familia“. Sus padres han apostado por ellos, les han enseñado la importancia del esfuerzo y han inculcado los valores que les hacen ser lo que son; deben responder de la misma manera a esta crisis.
A los Millennials les queda mucho por aprender, caer y volverse a levantar. Es importante prepararse para las crisis y es fundamental prepararse las ideas o negocios que tengas en la cabeza. Ganaréis cuando os lo sepáis mejor que el que tenéis sentado enfrente. Como diría Nelson Mandela: It always seems impossible until its done.