2020 fue el año de pistoletazo de salida de Cartier for Nature, la propuesta de la joyera Cartier en su empeño de velar por el medioambiente en beneficio de la naturaleza y las personas, a través de la concesión de subvenciones a organizaciones sin ánimo de lucro para ayudar a proteger, restaurar y gestionar, de forma sostenible, los ecosistemas naturales y la biodiversidad.
Esta iniciativa filantrópica de la Maison Cartier centra su ámbito de actuación, sobre todo, en los bosques y los lugares donde la biodiversidad es rica pero está amenazada. Su enfoque se basa en datos científicos y está motivado por el impacto efectivo de sus acciones.
Para ella, la fundación de este proyecto llegó para completar sus compromisos e
iniciativas de sostenibilidad corporativa, así como sus diversas acciones corporativas en los campos del desarrollo humano, el empoderamiento de la mujer, las artes y la cultura.
Como empresa filantrópica, Cartier for Nature opera con total independencia de los intereses comerciales de la Casa y ya da apoyo a una veintena de organizaciones en sus misiones. Uno de sus socios es Rewilding Europe, cuyo implicación tiene dos destinos específicos: Rumanía y Sistema Ibérico Sur en España, donde esta iniciativa de renaturalización [enfoque innovador de la conservación de la naturaleza y la restauración ecológica que contribuye al desarrollo rural mediante la creación de paisajes más sanos y diversos con una biodiversidad más rica] está dirigida sobre el terreno por la Fundación Española de Renaturalización.
Sistema Ibérico Sur
La iniciativa de renaturalización del Sistema Ibérico Sur se está desarrollando en un paisaje de 850.000 hectáreas que abarca las regiones de Castilla-La Mancha y Aragón, que ya sólo las provincias de Guadalajara y Cuenca supone un 80%, mientras que el 20% se va a Teruel. Pero este Sistema Ibérico Sur, escasamente poblado, se sitúa en una encrucijada de climas y hábitats dinámicos y diversos que se han convertido en santuario de una gran variedad de especies y bosques de pinos, robles y enebros que se mezclan con estepas y espectaculares cañones fluviales, con el Tajo y el Júcar como principales ríos de la zona.
Sin embargo, este abandono de la zona ha sido constante desde los años 60, pero esto ha favorecido la reaparición de ciervos, jabalíes, muflones, pequeños grupos de cabra montés ibérica y abundancia de alimoches y buitres leonados; pero los principales depredadores, como el lince ibérico y el lobo ibérico, siguen ausentes de las laderas.