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Por qué es tan importante compartir comidas con los hijos

La mayoría de los padres estarían de acuerdo en lo beneficioso de que sus hijos reciban comidas nutritivas de forma regular, pero a lo mejor no se han planteado la importancia de las comidas en familia. No siempre es fácil sacar tiempo para sentarse y cenar en familia, pero es importante intentar priorizarlo en la medida de lo posible.

Sentarse y compartir una comida es una forma genial de pasar tiempo de calidad como una familia. Esta calidad propicia la conversación y presenta una oportunidad para enriquecer los canales de comunicación entre los miembros de la familia. Sobre todo, logrará que tus hijos se sientan más cómodos a la hora de compartir su día a día contigo, esto provocará una mejora en el ambiente familiar.

Además de crear una plataforma de comunicación, las comidas en familia pueden generar patrones de alimentación saludables, así como actitudes saludables. Por todo esto, es importante alentar a los hijos para que desarrollen una relación positiva tanto con su cuerpo como con la comida en general.

Establecer patrones de alimentación y actitudes saludables en los primeros años puede evitar que tus hijos desarrollen trastornos alimenticios o problemas con ciertos alimentos. La comida es la gasolina de nuestros cuerpos, es importante establecer una relación positiva con ella. El foco principal de las comidas debería ser obtener una conversación de valor en lugar de comentar lo que están comiendo tus hijos o la cantidad.

Es bien sabido que los hijos suelen ser el reflejo de los padres, y que normalmente absorben como esponjas todo lo que ven, escuchan y perciben. Por ello, es importante recordar que los hábitos y los conocimientos que los hijos reúnen en la mesa pueden acompañarles durante toda su vida. Es importante evitar cierto tipo de lenguaje o etiquetas hacia algunas comidas como “mala”, “basura” o comida que hará que engordes, ya que eso generará culpa o rechazo hacia ciertos alimentos.

El comportamiento de los padres en la mesa es crucial, si tu hijo observa que no te comes las patatas porque son carbohidratos él tampoco lo hará, interpretará que son algo malo y lo evitará.

Por todo esto, intenta compartir todas las comidas que puedes con tus hijos, seguro que quieres que adquieran unos hábitos y una relación saludable con la comida, que luego podrán compartir con sus hijos.