Todos hemos vivido periodos de incertidumbre, de no saber qué hacer con nuestras vidas y de sentir verdadero terror por ello. La solución está delante de nosotros, a veces necesitamos cortar con todo, hacer las maletas e irnos al lugar más recóndito a encontrarnos a nosotros mismos. No te quiero asustar, puede que leas esto y piensas que tú no serías capaz, pero yo estoy convencida de que todos somos capaces, de que querer es poder. No es la primera vez que en Forbes os hablamos de la importancia de viajar.

En esta época de incertidumbre, todos hemos pensado que no íbamos a ser capaces de encontrar un trabajo de verdad, o de alcanzar la felicidad. Con estos pensamientos lo único que alcanzamos son unos altísimos niveles de estrés y ansiedad que acaban por consumirnos, y que nos pueden llevar a sufrir una depresión. Por ello, es bueno alejarse para aprender algunas cosas. Para ver que tenemos que abrazar y aprender de la incertidumbre.

No tenemos el control del universo

Por mucho que nos encanté pensar que lo tenemos, no es así. Nadie sabe cómo van a acabar las cosas. Ni un solo alma. Por ello, muchas personas eligen quedarse en la zona de confort, donde no les puede pasar nada, pero esto aún así no es seguro. Lo único que podemos controlar es nuestra propia felicidad, y aún así nos parece complicado. Por ello, si exploramos el mundo, seremos aún más conscientes del poco control que tenemos, y de que nos tendría que dar igual no tenerlo.

Fallar es humano, y no es lo peor que nos puede pasar

La mayoría de nosotros saldría del camino para evitar fallar. Cuando nos enfrentamos a un nuevo desafío, consideramos que es algo prudente valorar los potenciales riesgos. Si determinamos que el riesgo es muy alto, seguramente no tomaremos ese camino. Este es el primer error. A la hora de viajar, descubrirás todo lo que has podido perderte por no atreverte. Paraísos terrenales, experiencias que te dejarán sin aliento, o simplemente, darte cuenta de que has juzgado a personas de otras culturas sin ningún derecho.

La fotografía no va a salir como tú esperabas

Cuando tratamos de planear nuestro futuro, tenemos que ser conscientes de que no va a salir como esperamos. Lo mismo pasa con esa fotografía en ese lugar con el que hemos soñado día y noche. Nos centramos tanto en alcanzar una meta que nos olvidamos de nosotros mismos en el proceso, y eso es algo que no podemos permitir.