Las reuniones son una excelente oportunidad para demostrar su experiencia, mostrar cómo trabaja en equipo y exhibir habilidades que pongan de relieve su potencial de liderazgo. Para su jefe y otros responsables de su empresa es una oportunidad para identificar a los líderes emergentes, aquellos que tienen el potencial de inspirar a los equipos y operar de una manera más grande y con mayor impacto en la organización.
Si aspira a desempeñar funciones directivas y quiere que le consideren un líder, demuestre estos comportamientos:
1. Llegue a tiempo
Cuando llega a tiempo –o incluso unos minutos antes– demuestra que se toma en serio la reunión y que respeta el tiempo de los demás participantes. También demuestra que no teme la charla trivial, a veces incómoda, que tiene lugar mientras la gente espera a que empiece la reunión; de hecho, puede aprovechar esos minutos para establecer contactos con facilidad. Aunque piense que llegar tarde dice a los participantes que está ocupado y que trabaja más de la cuenta, en realidad dice: «Realmente no me importa».
2. Ponga buena cara
Si su cámara apunta al techo, parece una sombra de sí mismo porque la luz procede de detrás de usted o su fondo es una encimera de cocina con una pila de platos sucios, habrá perdido credibilidad al instante. Y cuando sus reuniones sean cara a cara, no se presente con aspecto desaliñado o con ropa que podría hacer doble función de pijama.
3. Hable cuando su opinión difiera del consenso
Esto es más importante que hacer una contribución; se trata de ser capaz de hacer zag mientras todos los demás hacen zig. Según Harvard Business Review, «Es una tendencia humana natural retener las ideas y rehuir el desacuerdo. El acto de no expresar una idea importante relacionada con el trabajo no es visible». Tenga el valor de discrepar respetuosamente, con buenas razones y una buena investigación que respalde su punto de vista.
4. Manténgase alejado de los cotilleos o de menospreciar a los demás
En un reciente artículo publicado en Fast Company, se cita al Dr. Robert Hogan, investigador en evaluación, quien afirma que la integridad «ocupa el primer lugar de nuestra lista cuando evaluamos intuitivamente el potencial de liderazgo de alguien… aunque apenas necesitamos investigaciones científicas para saber que los líderes con integridad inspiran confianza y lealtad, e influyen positivamente en la dinámica de equipo, la colaboración y el éxito general de la organización». Hablar mal de los demás, o incluso poner los ojos en blanco, es una prueba de que usted es susceptible a las bromas negativas.
5. Acepte la retroalimentación con amabilidad
Adopte la mentalidad de que toda retroalimentación emitida con intención positiva es valiosa, incluso si la propia retroalimentación no es positiva. La retroalimentación puede darle las ideas que necesita para modificar sus comportamientos y mentalidades de modo que le ayuden a avanzar en su carrera.
6. Acabe con las interrupciones que le distraen
Lo sentimos por usted cuando alguien interrumpe su discurso mientras está hablando en una reunión, pero la forma en que gestiona esa interacción dice mucho de su capacidad de liderazgo. Puede que el que interrumpe no haga mucho branding personal positivo, pero sí que parece un líder, según la Asociación Americana de Psicología. Su oportunidad de ser visto como un líder viene de cómo maneje la situación. Harrison Monarth sugiere que «reconozca a su interrumpidor. Dígales que les oye, pero asegúrese de terminar su punto. Una vez que haya terminado, diríjase a la persona que le interrumpe y pídale que comparta sus ideas».
7. Manténgase participativo durante toda la reunión
Cuando lo hace, está haciendo saber a los participantes que realmente le importa el proyecto en cuestión a un nivel superior al de su función específica. Demuestra a la gente que les respeta y que le interesa lo que tienen que decir. Resista la tentación de desconectar cuando termine su contribución.
8. Conviértase en el jefe de los agradecimientos
Reparta reconocimientos, elogios y aprecio. Los líderes saben que las expresiones genuinas de aprecio tienen un gran impacto en los receptores de esos elogios, especialmente cuando se otorgan en un entorno público. Reconocer a los demás sus contribuciones a la reunión demuestra que usted sabe recompensar un trabajo bien hecho al tiempo que ejerce el mayor rasgo de liderazgo de todos: la humildad.