Cuando se viaja por negocios, puede darse la situación de que vernos con mucho tiempo libre, que no se limite estrictamente a trabajo, trabajo, trabajo. Puede que contemos con una habitación de hotel maravillosa, comida diferente a la que estamos acostumbrados, una variedad de restaurantes exóticos a la cual no podemos resistirnos, o simplemente food trucks callejeros que nos atraen con ese olor a calorías.
Pero claro, aunque esto sea un placer para nuestro paladar, no es lo mejor que podemos hacer en relación con nuestra salud. Además, las condiciones de un viaje de negocios también afectan de forma negativa: los horarios de trabajo frenéticos, volar, comer cualquier cosa, el jet lag, etc. Además, tenemos que tener en cuenta que llevar hábitos saludables tiene un gran impacto en nuestra vida profesional.
Por ello, para no caer en la rutina del azúcar y la cafeína, las copas de vino en el aeropuerto, y todos esos hábitos que sabes que no debes realizar, puedes seguir los siguientes consejos para llevar una rutina más saludable.
Cuidado con el café
Lo entendemos perfectamente, la cafeína es necesaria en un viaje de negocios, pero el exceso nunca es bueno. Además, tomar mucho café provoca que ingieras una cantidad de calorías totalmente innecesaria para tu dieta. Elige las opciones más saludables si vas a abusar del café.
Come como lo harías en casa
Los buffets libres de desayuno son básicamente un paraíso terrenal, por ello comemos como si no tuviéramos casa ni dinero. Por ello, desayuna al igual que lo harías en tu casa, elige exactamente lo mismo para evitar las tentaciones innecesarias.
Hidrátate
Cuando sigues el estilo de vida de los viajes de negocios, la prisa es la que marca tus acciones. Por ello, puede ser que olvides algo tan básico y fundamental como es la hidratación. Viajar puede hacer que te deshidrates, así que no olvides beber todo el agua que puedas.
No dejes de hacer ejercicio
Sabemos que son días muy caóticos, pero siempre puedes sacar un rato para salir a correr, visitar el gimnasio del hotel o simplemente hacer ejercicio en tu habitación. Así que no busques excusas para ponerte a ver Netflix y empieza a moverte.