Hace cuatro décadas, los agentes del FBI John Douglas y Robert Ressler comenzaron una intrépida investigación junto a la Dr Ann Burgess, especializada en víctimas de crímenes.
Burgess es ahora profesora en el “Boston College’s Connel School of Nursing”, y opina que el acceso a las escenas del crimen, así como a los sospechos, presentaban una oportunidad perfecta para investigar y ayudar a las fuerzas de la ley, así como a los civiles, a la hora de entender el concepto de asesino en serie.
Douglas, Ressler y Burgues fueron los pioneros a la hora de desarrollar el modelo de perfilar a los criminales a finales de los 70 en el FBI, un proceso que se documentó con el pasó de tiempo en el libro que Douglas publicó en 1995: “Mindhunter”. Título que sirvió a Netflix para ponerse manos a la obra y lanzar su nueva obra maestra. La mayoría de la serie recae sobre detalles del libro, lleno de historias fascinantes y de detalles cuanto menos macabros, pero lo más importantes, son historias reales. Este es el caso de Charles Manson, Richard Speck y Ted Bundy, entre otros.
En la serie de Netflix, el personaje que representa a Douglas es Holden Ford, protagonizado por Jonathan Groff, mientras que Holt McCallany se pone en la piel de Ressler como Bill Tench. Holden comienza un proyecto entrevistando a asesinos en serio para poder entender el funcionamiento de su mente. No cuentan con el apoyo del FBI así que necesitan ayuda externa, pero cuentan con la ayuda de la Dr Wendy Carr, la figura de Burgess protagonizada por Anna Torv, que debe analizar las entrevistas.
En la vida real, el equipo trabajo junto durante una década, en la cual publicaron varios libros. Y gracias a su categorización de los crímenes, la eficiencia a la hora de actuar para policías y criminólogos está más asegurada.
Por supuesto, la serie se toma sus libertades, pero en los detalles es bastante precisa. Los casos siguen los acontecimientos del libro. El primer asesino al que entrevistó la pareja de policías fue Ed Kemper, y sí, la terrible descripción de los crímenes de Kemper es tan terrible como precisa.
No queremos destriparte nada más (y la palabra viene bastante al caso), así que no te pierdas el nuevo show de Netflix, así como los anteriores.