Evita el conocido como “multiasking”, que no es otra cosa que apagar y desconectar de todos tus medios sociales con los que cuentas en la actualidad: tu teléfono, twitter e incluso el correo electrónico pueden esperar en ese pequeño rato que le sacas al estudio.
Conócete estudiando: si en lugares cómodos te relajas demasiado o si los sitios públicos te distraen, busca un lugar cómodo donde puedas exprimir al máximo las neuronas. No importa si tiene que ser enclaustrado o en una biblioteca con tapones. Encuéntrate cómodo y sigue esa rutina.
No te limites a estudiar y memorizar. Las técnicas de mnemotecnia son útiles para aprender y recordar informaciones cuando estás en tu trabajo. Utiliza los esquemas y sírvete de charlas ajenas para asentar tus conocimientos fuera del lugar de estudio.
Mantén activa tu atención cuando estés bien descansado. No te quites horas de sueño para estudiar o adelantar trabajo, ya que esto será contraproducente para ti: si no descansas no podrás estudiar y e irás cansado al trabajo. Unas ocho horas diarias se hacen obligatorias para un estudiante joven.
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