Esta misma semana Christopher Anthony Lunsford, un cantante estadounidense casi desconocido, que canta con el nombre artístico de Oliver Anthony Music, se ha situado en el número 1 de la lista oficial de éxitos discográficos de los Estados Unidos, la que elabora la revista profesional Billboard, con una canción titulada Rich Men North of Richmond, que también se ha subido al número 1 en iTunes y Spotify.
Se trata de una canción lanzada de forma independiente que ha superado a superestrellas mediáticas como Taylor Swift u Olivia Rodrigo o, incluso, al tema principal de la banda sonora de “Barbie”. Según Billboard, es la primera vez que un artista sin ningún historial previo en las listas alcanza directamente el número 1.
El tema, que se subió a YouTube hace apenas dos semanas, es el alegato desesperado de un joven músico country nacido en 1992, que se ha convertido inmediatamente en un himno de la lucha de la supuesta clase trabajadora (aunque de aparente inspiración trumpista), sus dificultades no sólo para prosperar sino para sobrevivir, y el fin al que se destinan sus impuestos.
La canción, de estilo country, ataca, con la vieja retórica de los federales y los confederados que impulsó la Guerra de Secesión entre el norte y el sur, ataca a la supuesta clase política dominante, que ejerce su poder desde las ciudades al norte de Richmond, la capital del estado de Virginia: Washington D.C., Nueva York, Boston, Filadelfia…
En la canción se escuchan versos como “He estado vendiendo mi alma, / trabajando todo el día / Horas extras por una paga de mierda / Entonces puedo sentarme aquí y desperdiciar mi vida / Arrastrarme de vuelta a casa y ahogar mis problemas / Es una maldita vergüenza a lo que ha llegado el mundo / Para gente como yo y gente como tú / Ojalá pudiera despertar y no fuera verdad / Pero lo es, oh, sí, lo es / Estos hombres ricos al norte de Richmond / Dios sabe que todos ellos solo quieren tener el control total / Porque tu dólar no es una mierda y está gravado sin fin / Por los hombres ricos al norte de Richmond / Ojalá los políticos cuidaran de los mineros / Y no solo de unos cuantos menores en una isla en algún lugar / Señor, tenemos gente en la calle, no tenemos nada para comer / Y los obesos exprimiendo las prestaciones sociales / ¡Dios!, si mides 1,60 y pesas 135 kilos / Los impuestos no deberían pagar tus bolsas de chocolatinas y mantequilla / Los jóvenes están muriendo / Porque todo lo que hace este maldito país es seguir pateándolos / Señor, es una maldita vergüenza en lo que ha llegado el mundo / Por los hombres ricos al norte de Richmond”.
Repasemos ahora, a continuación, las mejores canciones contra los impuestos de los últimos 75 años…
‘Taxman’: The Beatles
Por la relevancia de quienes interpretaron esta canción, incluida en su séptimo álbum, “Revolver”, “Taxman” (recaudador de impuestos, en inglés) es la que debe abrir brecha en esta lista. Publicada en el verano de 1966 es una de las poco más de veinte canciones compuestas por George Harrison para el grupo y era una protesta contra el porcentaje más alto del tipo impuesto progresivo que se aplicaba en el Reino Unido durante los gobiernos del conservador Edward Heath y el laborista Harold Wilson: los ingresos más elevados (categoría en la que entraban los Beatles, la banda más estratosféricamente importante del mundo durante esa década) llegarían a pagar más del 90% de sus ganancias a la Hacienda pública.
Los Beatles comenzaron a grabar “Taxman” (que sería la canción que abriría “Revolver”) en abril de 1966, un mes después de la aplastante victoria de Wilson en las elecciones generales de 1966. George Harrison había escrito la canción en el preciso momento en que los Beatles descubrieron que estaban en una posición económicamente precaria: un informe de la firma de consultores contables Bryce, Hammer, Isherwood & Co. les había informado de que, a pesar del inmenso éxito del grupo, “dos de ustedes están cerca de la quiebra y los otros dos podrían estarlo pronto”. En su autobiografía de 1980, “I, Me, Mine”, Harrison explica que escribió “Taxman” “cuando me di cuenta por primera vez de que, aunque habíamos comenzado a ganar dinero, en realidad estábamos entregando la mayor parte en impuestos”. Como sus ganancias los situaban en la categoría impositiva más alta del Reino Unido, los Beatles estaban sujetos a un impuesto adicional del 95% introducido por el gobierno laborista de Harold Wilson; de ahí los versos “déjame que te diga como van a ser las cosas / hay uno para ti, diecinueve para mí” y “Aunque pueda parecer que un 5% es demasiado poco / agradece que no me lo lleve todo”.
En la letra de la canción ataca el afán recaudatorio con versos como “(si conduces un coche) tasaré la calle / (si tratas de sentarte) tasaré tu asiento / (si tienes frío, frío) tasaré el calor / (si sales a pasear) tasaré tus pies”. La realidad no era tan aparentemente injusta: el gravamen del 95% no se aplicaba sobre todos los beneficios generados; era un sistema gradual, por lo que las primeras libras merecedoras de carga impositiva estaban gravadas al 30%; el siguiente tramo llegaba al 40%, y así sucesivamente por tramos. La tasa del 95% solo se aplicaba a unas ganancias por encima de un umbral muy alto, al que la mayoría de la población nunca se acercaría. Si, por poner un ejemplo, el último umbral era de 750.000 £ y se habían ganado 751.000 £, solo las últimas 1.000 £ se gravaban con una tasa del 95 %. Si no, pese al supuesto afán recaudador, Harrison nunca hubiera podido dejar una herencia valorada en 231 millones de dólares cuando murió en 2001…
‘Taxman, Mr. Thief’: Cheap Trick
Inspirada directamente en el mensaje de la canción de los Beatles (aunque sin relación musical alguna), incluida una referencia a Edward Heath, el primer ministro británico al que George Harrison citaba en su canción, el grupo estadounidense Cheap Trick, de efímera fama a finales de los años setenta, publicó “Taxman, Mr. Thief” (recaudador de impuestos, el señor Ladrón) en su álbum de debut “Cheap Trick”, en 1977: “Si trabajas duro, ganas dinero / No hay nadie en este mundo que pueda pararte / Trabajas duro, pasaste hambre / Ahora, el recaudador de impuestos va a por ti / Trabajaste duro / Y te esclavizaste y te esclavizaste durante años / Te rompistr la espalda, sudaste mucho / No es justo / Él te odia, ama el dinero / Y te robará todo y pensará que es divertido / Como dicen los Beatles, no es humano. / Ahora, el recaudador de impuestos quiere atraparte”.
‘I’m Paying Taxes, What Am I Buying’: Fred Wesley & The J.B.’s
The J.B.’s (conocidos también como The JB’s o The J.B.s) era el nombre de la banda del cantante estadounidense de funk y soul James Brown desde los años setenta hasta principios de los ochenta, de la que el trombonista Fred Wesley fue su primer director, desde 1970 hasta 1975.
Durante la campaña electoral de 1972 James Brown apoyó a Richard Nixon para su reelección como presidente: no sólo llegó a reunirse con él, sino que, incluso, actuó en su toma de posesión. El encuentro en el Despacho Oval había quedado recogido mediante un sistema de grabación oculto que Nixon había hecho instalar en secreto y cuando meses después le estalló a Nixon el escándalo Watergate esas cintas salieron a la luz en el curso de la investigación judicial… Y así pudo descubrirse que, pese al apoyo que Brown le brindaba, Nixon no había querido reunirse ni con el cantante ni con “más negros” y que si se produjo el encuentro fue, a regañadientes, por la insistencia de sus asesores, dada su enorme influencia en la comunidad negra. Al descubrirse el desprecio que el corrupto presidente estadounidense sentía por Brown –que ya había sentido el rechazo de una parte de sus seguidores de la comunidad negra por su apoyo a un político republicano–, Brown fue calificado en la prensa como “el bufón de Nixon” y la venta de sus discos y de entradas a conciertos se resintieron notablemente en 1973. En respuesta, Brown decidió dejar de pagar impuestos, lo que le granjeó problemas con el I.R.S. (por las siglas en inglés del Servicio Interno de Impuestos, la institución federal del Gobierno de los Estados Unidos encargada de la recaudación fiscal y del cumplimiento de las leyes tributarias). De ahí nació “I’m Paying Taxes, What Am I Buying”, canción, cuya letra sólo dice una única frase: “Estoy pagando impuestos, pero ¿qué estoy comprando? / Un montón de maldiciones, lamentos y todo el mundo llorando”. En cualquier caso, un temazo de alto octanaje, aunque no figure entre las canciones más famosas del llamado “Padrino del soul”
‘What If We All Stopped Paying Taxes’: Sharon Jones & the Dap Kings
Sharon Jones & The Dap´Kings fue una banda estadounidense surgida en 2002 en pleno revival del funk y el soul más clásico, que desapareció en 2016 tras la muerte de su cantante. Después de su primer álbum, “Dap Dippin’”, aparecido en 2002, el grupo lanzó tres nuevos singles que no aparecieron en discos de estudio (sólo en recopilatorios y discos en directo). Uno de ellos era “What If We All Stopped Paying Taxes”, y se publicó justo antes de las elecciones legislativas de 2002 (en las que los republicanos de George W. Bush lograron el control absoluto, al arrebatar al Partido Demócrata el Senado y ampliar su mayoría en la Cámara de Representantes). La canción era una protesta contra la guerra de Irak: “Estaba hablando con un amigo mío / Decía que ya no quiere más guerras / Están fabricando bombas mientras nuestras escuelas se caen / Dime para qué diablos estamos pagando impuestos / ¿Y si todos dejamos de pagar impuestos? / Dejemos de pagar impuestos / Ahora díganme, ¿quién va a comprar sus bombas / sus tanques, sus aviones y todas sus armas / Bueno, díganme ¿quién va a pagar por sus guerras / Si todos nos juntamos y recortamos sus fondos?”.
‘Taxes on the Farmer Feeds Us All’: Ry Cooder
Ray Cooder puede que hoy no sea el más popular de los músicos pero el productor, compositor y guitarrista californiano llegó a ser propuesto como guitarrista de los Rolling Stones para sustituir a Brian Jones a la muerte de este. De hecho, figura como músico de sesión en varios discos de la banda –como “Let It Bleed” y “Sticky Fingers”–. La propuesta nunca llegó a concretarse y Cooder inició su carrera en solitario. En su segundo álbum, “Into the Purple Valley”, publicado en 1972, se incluye una canción, “Taxes on the Farmer Feeds Us All”, que describe la vida de un granjero. Se trata de un tema folk anónimo que data de finales del siglo XIX titulado originalmente “The Farmer is the Man”, que en 1923 el cantante folk y violinista Fiddlin’ John Carson convirtió en “Taxes on the Farmer Feeds Us All”, añadiendo la alusión a los impuestos que no aparecía en la original: “El granjero es el hombre, el granjero es el hombre / Vive a crédito hasta el otoño / Con los tipos de interés tan altos / Es un milagro que no muera / Pero los impuestos del granjero nos alimentan a todos”.
‘Sunny Afternoon’: The Kinks
Compuesta en la misma época que “Taxman» de los Beatles, otra de las cuatro grandes bandas británicas de los años sesenta, The Kinks, se hacía también eco de los altos niveles de impuestos progresivos adoptados por el gobierno laborista británico de Harold Wilson con “Sunny Afternoon”, penúltimo tema de su cuarto álbum, “Face to Face”, publicado en octubre de 1966.
Su autor, Ray Davies, entonces un joven de 23 años que también disfrutaba del éxito (aunque de una forma mucho más comedida que los Beatles), escribió: “El recaudador de impuestos se ha llevado toda mi pasta / y me ha dejado en mi casa señorial, / holgazaneando en una tarde soleada. / Y no puedo navegar en mi yate, /
Se ha llevado todo lo que tengo, / Todo lo que tengo es esta tarde soleada”. Pero en vez de hacerlo desde su propia situación financiera, imaginó al personaje que cantaba la canción como si fuera un viejo y rancio aristócrata, con dinero heredado de generaciones. Para evitar que el oyente simpatizara con el protagonista de la canción, que se convirtió en uno de los éxitos más importantes del grupo, Davies explicó que quiso convertirlo “en un canalla que se peleaba con su novia tras una noche de borrachera y crueldad”.
‘Success Story’: The Who
En 1975, The Who, la tercera de las grandes bandas británicas de los sesenta, publicaba su séptimo álbum, “The Who By Numbers”. Aquí, John Entwhistle, su bajista, quiso escribir “Success Story” (una historia de éxito), una canción autobiográfica sobre el ascenso al estrellato del rock, que incluye los versos: “Salgo el fin de semana, / busco algún rollo de una noche. / Seis para el recaudador de impuestos, y uno para la banda”. Evidentemente, hace referencia también a aquel período de la década anterior en el que el tipo máximo del impuesto sobre la renta era del 91,5% para los ingresos superiores a 1.115.000 libras, lo que empujó a muchos músicos británicos a emigrar a Estados Unidos u otros países con tipos impositivos más favorables.
‘Me and the I.R.S.’: Johnny Paycheck
¡Todo un angelito este Johnny Paycheck!, prototipo del votante de Donald Trump: fue un cantante de country famoso en los años setenta y se integró en el colectivo “Outlaw Movement” (movimiento fuera de la ley), aunque en este caso concreto el nombre era metafórico: se refería a la búsqueda de su libertad creativa al margen de las normas clásicas que dictaban el sonido tradicional del country. Pero sí es cierto que escribió “Me and the I.R.S.” dedicada al Internal Revenue Service (la institución federal del Gobierno de los Estados Unidos encargada de la recaudación fiscal y del cumplimiento de las leyes tributarias) por sus constantes deudas tributarias. La letra de la canción dice: “Usted sabe que el IRS no va a descansar / hasta que piense que lo tiene todo / Le quitan el dinero a mucha gente pero yo no soy uno de ellos / A partir de ahora me quedo con mi paga y no voy a restar nada /
Coge tus formularios 1040 y métetelos por donde te quepan. / Si no puedo pagar al violinista, ¿cómo diablos voy a bailar?”.
En diciembre de 1985, Paycheck fue condenado a siete años de cárcel por disparar a un hombre (sin herirle de gravedad) y comenzó a cumplir la sentencia en 1989, pasando 22 meses en prisión antes de ser indultado por el gobernador de Ohio, Richard Celeste. Curiosamente, en 1990 se tuvo que declarar en quiebra cuando el I.R.S. le embargó 300.000 dólares…
‘Ideology’: Billy Bragg
En septiembre de 1986 el cantautor británico Billy Bragg, un activista de la canción social, publicó su tercer álbum, titulado “Talking with the Taxman About Poetry” (hablando de poesía con el recaudador de impuestos, en inglés, que es también el titulo de un poema del poeta futurista ruso Vladímir Mayakovski). En el disco se incluía una canción, “Ideology”, en la que Bragg expone que la gente que paga sus impuestos espera ciertas cosas por parte del Gobierno: “Fuera, los millones de personas pacíficas / Que los pusieron en el poder / Esperan un poco más a cambio de sus impuestos / Como libros de texto, camas en los hospitales / Y paz en estos tiempos sangrientos. / Pero todo lo que consiguen son viejos afilando hachas”, refiriéndose a que los que ostentan el poder usan los impuestos para ayudarse únicamente a sí mismos. En 2010, Bragg se negó a pagar sus impuestos a menos que el Gobierno pusiera freno a las excesivas primas concedidas a los ejecutivos del Royal Bank of Scotland, que había recibido generosos rescates públicos.
Como curiosidad, varios fragmentos de la melodía de “Ideology” proceden de un tema de Bob Dylan, “Chimes of Freedom”, y donde Dylan cantaba en el estribillo “contemplamos las campanadas de la libertad parpadeando”, Bragg cantaba “por encima del sonido de las ideologías chocando”.
‘Fortunate Son’: Creedence Clearwater Revival
En 1969, con la guerra de Vietnam en pleno apogeo, John Fogerty, líder de Creedence Clearwater Revival escribió esta rabiosa canción contra los poderosos que lograban evitar que sus hijos tuvieran que marchar a la guerra pero, al mismo tiempo, ocultaban sus fortunas ante el fisco para evitar el pago de impuestos: “Algunas personas nacen hechas para ondear la bandera / Hoo, son rojos, blancos y azules / Y cuando la banda toca «Hail to the chief» [el himno personal del presidente de los Estados Unidos] / Ooh, te apuntan con el cañón, Señor / No soy yo, no soy yo / No soy el hijo de ningún senador, hijo / No soy yo, no soy yo /
Yo no soy ningún afortunado / Algunas personas nacen con una cuchara de plata en la mano / Señor, ¿no se ayudan a sí mismos, Señor? / Pero cuando el recaudador de impuestos viene a la puerta / Señor, la casa parece un rastrillo, sí”.
‘After Taxes’: Johnny Cash
Johnny Cash, el rey del country y toda una institución de la música estadounidense, con casi noventa millones de discos vendidos a lo largo de sus casi cincuenta años de carrera, no tenía una visión tan idílica del pago de impuestos: en 1978 publicó “I Would Like to See You Again”, su vigesimosexto álbum, en el que se incluía “After Taxes”, una canción en la que narraba su decepción al recibir el sobre con su paga, por todos los descuentos aplicados para atender el pago de impuestos: “Dicen que todo el mundo tiene diferentes problemas / O tal vez sí, pero voy a cantar sobre un problema / Que todos tenemos y eso son los impuestos / Bueno, esta canción es sobre qué pasa después de los impuestos. / Me siento tan bien cuando llega el día de paga / Pienso en todas las cosas que voy a comprar cuando recoja mi paga,
no sabes / Pero luego me entregan ese pequeño sobre marrón / Miro dentro, Señor, pierdo toda esperanza / Porque de esos salarios totales ganados / Hasta ese monto neto que me entregan / Siento la dolorosa sensación de pérdida entre los dos / Ahí va esa pulsera para su brazo / Ahí va esa nueva cerca para mi finca / Ahí va ese nuevo Pontiac / Puedes soñar con una luna de miel para dos / Puedes soñar, pero eso es todo lo que puedes hacer / Porque para cuando el viejo Tío Sam termine contigo / Sólo ouedes comprarle un par de medias. / Unos polvos de maquillaje. / O llevarla a Sloppy Joe’s a tomar cerveza y estofado / Esta es la realidad después de pagar los impuestos”.
‘Inner City Blues (Make Me Wanna Holler)’: Marvin Gaye
Marvin Gaye, el príncipe del soul, ya era leyenda cuando en 1971 publicó su décimo álbum, “What’s Going On”, en el que figura “Inner City Blues”, una sombría canción que describe los guetos y las precarias situaciones económicas de los habitantes de los barrios marginales de Estados Unidos, y como les afecta emocionalmente la pobreza. En esta canción, un Gaye muy concienciado socialmente, canta sobre el crimen, la guerra y las dificultades económicas de los pobres de las ciudades, casi a punto de estar dispuesto a tirar la toalla y rendirse: “Esto no es vivir, esto no es vivir / No, nena, esto no es vivir / No, no, no, no / Inflación sin posibilidad / Para aumentar la financiación / Las facturas se acumulan hasta el cielo / preocupaciones, decepciones / Se suceden la mala suerte y los contratiempos / Simplemente, cariño / No puedo pagar mis impuestos”.
‘Tired’: Willie Nelson
A sus noventa años, Willie Nelson (a quien muchos recuerdan cantando a dúo con Julio Iglesias “To All the Girls I’ve Loved Before”) es otra de las instituciones del country americano. En “Tired”, incluida en “It Always Will Be”, su quincuagésimo segundo álbum, publicado en 2004, habla de que gran parte del magro salario que gana Jackson, el ficticio obrero de la fábrica de esta canción se destina a pagar impuestos: “Sólo falté seis días y noches / en veinte años de trabajo / El dinero se fue en impuestos / y las facturas las he pagado a tiempo / El aumento que me dieron hace seis meses / no cubre el coste de la vida. / No hay descanso para el cansado, sólo sigue adelante / Y supongo que seguiremos hasta que nos hayamos ido / Y estoy cansado, Señor, estoy cansado”.
Lo curioso es que el propio Nelson fue embargado en 1990 por el I.R.S. por los 32 millones de dólares que debía en impuestos atrasados (en realidad, malas inversiones aconsejadas por sus asesores, la firma Price Waterhouse). Su abogado, Jay Goldberg, negoció que la suma se rebajara a 16 millones de dólares. Y, seguidamente, Nelson grabó su trigésimo noveno álbum, «Who’ll Buy My Memories? (The I.R.S. Tapes)”, para saldar su deuda tributaria, un álbum doble, sólo él y su guitarra, que recopilaba sus mayores éxitos. Muchos de sus bienes que habían sido subastados fueron adquiridos por amigos, que le donaron o alquilaron sus posesiones por una cantidad simbólica. Posteriormente demandó a Price Waterhouse, alegando que habían colocado su dinero en refugios fiscales ilegales y la demanda se resolvió por una cantidad no revelada y Nelson saldó todas sus deudas en 1993.
‘1040 Blues’: Robert Cray
Ganador de cinco Grammys, el guitarrista y cantante de blues Robert Cray publicó en 1993 su noveno álbum, “Shame + A Sin”, en el que se incluía “1040 Blues”, un tema dedicado expresamente al formulario 1.040, uno de los documentos oficiales que los contribuyentes estadounidenses utilizan para presentar su declaración anual del impuesto sobre la renta. En la canción, publicada justo antes del último día hábil de presentación del documento (que suele ser el 15 de abril), Cray repite constamente, a modo de estribillo, “Odio los impuestos”: “¡Oh! odio los impuestos / trabajo duro por mi dinero / Cada abril te lo llevas todo / ¿No saben que trabajo duro por mi dinero todos los días, gente? / Me lo quitas todo ¡Oh! ¡Awww! / odio los impuestos / Los impuestos me van a romper la espalda, lo juro / ¿No sabes que pago mucho más de lo que me corresponde? / odio los impuestos. / Ya no puedo divertirme, / tengo que hacer planes para todo ahora / No puedo salir y pasar un buen rato / Ahora tengo que preocuparme por todo lo que mi poco dinero puede comprar / ¡Oh! ¡Odio los impuestos!”
‘Income Tax’: Champion Jack Dupree
El cantante y pianista “Champion” Jack Dupree fue una figura mítica del blues de Nueva Orleans y el boogie-woogie primitivo. Su apodo venía de su pasado como boxeador. En 1968 publicó su noveno álbum, “When You Feel the Feeling You Was Feeling”, en el que aparecía “Income Tax”, una canción sobre el impuesto de la renta, en la que reclamaba que los impuestos los pagaran todos…: “Recibí mis impuestos sobre la renta esta mañana / Sí, y tienen que ser pagados / Es una pena, es una pena / Nadie grava lo que mi jefe hace / Fui a comprar un paquete de cigarrillos, los impuestos subieron tres centavos / Salí del patio de mi casa, / pusieron un maldito impuesto sobre mi cerca / Impuesto sobre mi electricidad, / impuesto sobre mi gas / Recibí mis impuestos sobre la renta esta mañana / Sí, y tienen que ser pagados / Bueno, me duele, sí lo hace / Aunque se olvidaron de gravar a mi jefe sobre lo que hizo”.
‘Movin’ Out (Anthony’s Song)’: Billy Joel
El cantautor y pianista neoyorquino escribió en 1977 una canción que, aunque incluía un verso que dice “Puedes pagar al Tío Sam con las horas extras / Es todo lo que conseguirás por tu dinero”, no es una canción que menosprecie pagar impuestos… “Movin’ Out (Anthony’s Song)” apareció originalmente en su álbum “The Stranger” como tema de apertura y lo que sí detalla es el desdén del cantante por las aspiraciones burguesas de los neoyorquinos de clase trabajadora y media-baja, que se enorgullecen de trabajar muchas horas para obtener los signos externos de haber conseguido cierto éxito social, pese a seguir desarrollando trabajos de los llamados de “cuello azul”. Joel considera que su rechazo de sus raíces de clase trabajadora (cambiar un Chevy por un Cadillac o comprar una casa en Hackensack, Nueva Jersey, ejemplos que figuran en la canción) es en última instancia inútil. Según Joel, Anthony no es tanto una persona real, sino “todos los niños irlandeses, polacos e italianos que intentan ganarse la vida en Estados Unidos”.
‘Taxes’: Disco Loveless
En 2022, el grupo noruego Disco Loveless publicó un single en inglés titulado “Taxes” en el que comparaba el IVA con una pesadilla: “Me comporto como si no estuviera atrapado en los lunes / Actúo como si no necesitara correr esos días / Para mantenerme caliente / Actúo como si tuviera todas mis deudas pagadas / Actúo como si tuviera clase, como si me hubiera hecho a mi mismo / Mi propio río fluye / Me lleva a donde quiero ir. / Actúo como si tuviera opciones / Como si lo tuviera todo junto / Como si no tuviera pesadillas / Sobre mi madre, mis ex, una casa en llamas / Y los impuestos sobre el valor añadido”.
‘Don’t pay the Poll Tax’: The Exploited
Hemos visto canciones de todo tipo contra los impuestos, pero ninguna con la violencia musical con la que se expresaba la banda punk escocesa The Exploited. Liderada por Wattie Buchan y su característica cresta de mohicano, “Don’t Pay the Poll Tax” figuraba en su sexto álbum, “The Massacre”, y en ella cargaba directamente contra el “Community Charge” , también conocido como poll tax, un impuesto de capitación –un tipo de impuesto por el cual toda persona sujeta a él debe pagar exactamente la misma cantidad de dinero, independientemente de su renta u otras circunstancias– que se estableció primero en Escocia (1989) y en Inglaterra y el País de Gales después (1990). Las críticas al nuevo tributo decían que era injusto y gravoso con quienes menos rentas tenían. El malestar social, con campañas de desobediencia civil incitando al no pago del impuesto y las manifestaciones por todo el país culminaron con graves disturbios en Londres. La manifestación convocada en Trafalgar Square el 31 de marzo de 1990 contó con cerca de 100 000 asistentes. Fue lo que precipitó la caída de la primera ministra, Margaret Thatcher, y fue finalmente reemplazado en 1993 por otra tasa llamada Council Tax. En su canción, The Exploited exhortaban con fiereza a no pagar: “No pagues el impuesto de capitación / Méteselo por el culo / Maggie dijo ‘cargo comunitario’ / Será mejor que tengas cuidado con los gobiernos en general. / Te joden con su impuesto de capitación / Roban a los pobres para dar a los ricos / No pagues el impuesto de capitación / Méteselo por el culo / Los políticos vienen aquí / Maggie Thatcher vuela allí / Todos los recortes de desempleo / Son para pagar sus tarifas”. Al menos, esta canción sí logró sus objetivos…
‘Carnival World’: Jimmy Buffett
Un personaje típico estadounidense, Jimmy Buffet es un cantante de country y americana, escritor y empresario hostelero (es copropietario de las cadenas de restaurantes Cheeseburger in Paradise y Margaritaville, bautizadas con los títulos de dos de sus canciones más conocidas), casi desconocido fuera de Estados Unidos, pero famoso en su país hasta el punto de haber aparecido en algún capítulo de “Sesame Street” y como dibujo animado en “South Park”. Imaginando que es alguien que paga montones de impuestos, “Carnival World” es una canción de su decimoséptimo álbum, “Off to See the Lizard”, publicado en 1989, en la que muestra el lado más hedonista de la vida: “Hablar es barato / Se necesita dinero para comprar tu libertad / Y el recaudador de impuestos llama a tu puerta / Gástalo mientras puedas, / dinero de contrabando / No te lo puedes llevar contigo cuando desaparezcas. / Gástalo mientras puedas, / antes de que te lo quiten de la mano. / No hay viaje gratis en este mundo de carnaval”.
‘Taxman Ska’: Babylove & The Van Dangos
Pero de todas las canciones internacionales escritas contra los impuestos, probablemente la más divertida y jovial sea “Taxman Ska”, que el grupo danés Babylove & The Van Dangos publicó en 2010 en su tercer álbum, “The Money & the Time”. Imposible no esbozar siquiera una sonrisa al escuchar el aire festivo con el que esta banda de ska de categoría mundial rinde tributo a la figura del recaudador de impuestos…
‘I Paid My Income Tax Today’: Irving Berlin
De todas las canciones escritas sobre impuestos, la única que se muestra abiertamente a favor se debe al letrista y compositor estadounidense Irving Berlin, el más popular y prolífico de los años veinte y treinta del pasado siglo, cuyas canciones figuran en infinidad de musicales de Broadway y películas de Hollywood. En 1942 escribió una canción para el Departamento de Guerra de los Estados Unidos, “I Paid My Income Tax Today”, en la que animaba a los contribuyentes al pago de impuestos con los que financiar la industria armamentística en plena Segunda Guerra Mundial. Los versos del estribillo dicen así: “Hoy he pagado el impuesto sobre la renta / Nunca me había sentido tan orgulloso / De estar con los millones de personas / que han pagado hoy el impuesto sobre la renta / Estoy a la altura de los EE.UU. / ¿Ves esos bombarderos en el cielo? / Rockefeller ayudó a construirlos, yo también. / Hoy he pagado mi impuesto sobre la renta”.
Las canciones españolas
‘Enfermera de noche’: La Mode
La relación más evidente entre música e impuestos dentro del pop español la tenemos en una canción de 1982 del grupo La Mode, hoy casi olvidado pero que en aquella época era EL grupo. Se trata de “Enfermera de noche”, un tema escrito por su carismático líder en aquellos años, Fernando Márquez, “El Zurdo”, que había formado parte de las dos formaciones más emblemáticas del pop madrileño inmediatamente anterior a la Movida madrileña, Kaka de Luxe y Paraíso.
La canción en cuestión dice, entre otros versos: “Yo pago mis impuestos, / y tú eres mi enfermera de noche. / Yo pago mis impuestos, / y tú tienes lo que yo necesito. […] / Yo pago mis impuestos, / y tú pareces mi hija incestuosa. / Yo pago mis impuestos, / y también pago tus vicios y tus cosas”. Las turbias necesidades que debían ser satisfechas imperiosamente, como se percibe tras el velado silogismo que relaciona el pago de impuestos y la relación con una enfermera de noche, hoy no serían bien vistas, pero lo que sí deja claro la canción es que pagar impuestos permite al contribuyente exigir prestaciones sociales adecuadas.
‘Vivir para morir’: Aviador Dro 4000
El nombre original del grupo madrileño surgido a finales de los años setenta era El Aviador Dro y sus Obreros Especializados. Conflictos legales demasiado largos de explicar en este espacio obligó a su fundador, líder y principal compositor, Servando Carballar, a modificar durante un breve período de tiempo el nombre del grupo, que pasó a ser Aviador Dro 4000. Lo que no cambió fue su espíritu anarquista y filosóficamente existencialista, que en 1991 dio como fruto esta brillante canción, “Vivir para morir”, incluida en su álbum “Trance”. Cuestionando el competitivo modo de vida occidental capitalista –su modelo educativo, la imperiosa necesidad de ser productivo para la sociedad, lo establecido como políticamente correcto–, la canción dejaba para la reflexión versos como los siguientes “Ya estás bajo su control / Nómina, estrés y competición / Es la carrera de la rata / Así tu vida es barata / Así les sales a cuenta / Desde los quince hasta los setenta / Serás el ‘chico 90’ / Pagarás el impuesto de la renta”.
‘¡Que viva el IVA!’: Concha Velasco
El 31 de diciembre de 1985, la tradicional gala de Nochevieja de TVE (la única emisora que había entonces en España) tenía como gran objetivo celebrar la entrada de España en la Unión Europea. Pero la sociedad también se había empezado a preocupar por la entrada en vigor, a partir del 1 de enero de 1986, del IVA, tan desconocido entonces. Para minimizar la entrada en vigor de la nueva tasa, se pensó en la presentadora de la gala, la celebérrima Concha Velasco, de probada filiación socialista, para “validar” el impuesto cantando una breve canción (apneas unos compases, al estilo de los mambos de Pérez Prado,presumiblemente ) titulada “¡Qué viva el IVA!”, que solamente decía esto: “¡Qué viva el IVA! ¡Qué viva el IVA! / ¡Ay! ¡Qué voy! ¡Qué voy!”… Varios años después, en marzo de 2010, en una entrevista para Libertad Digital, la actriz, presentadora y cantante afirmaba que a ella el IVA le había “destrozado la vida”, refiriéndose a los impagos de su ex marido, Paco Marsó, que dejó de pagar el impuesto durante años y Hacienda cayó sobre ella “como una bomba”.
‘El IVA hecho fácil’: La Trinca
El Gobierno de Felipe González también imprimió unos dos millones de ejemplares de un folleto dirigido a autónomos, minoristas, artistas y otros profesionales afectados por el nuevo impuesto. Lo llamó “El IVA hecho fácil” e incluía epígrafes sobre los tipos de gravamen, la regla de prorrata o los regímenes especiales. Al trío catalán La Trinca le divirtió tanto ese empeño por inculcar conceptos fiscales que ni siquiera le cambiaron el título: su canción “El IVA (hecho fácil)” aparecía en 1986 en su segundo álbum en castellano, “Trinca, Sexo y Rocanrol”, como su aportación a la campaña para divulgar el nuevo impuesto, “moderno porque sí”. El objetivo, muy en la línea surrealista de los hermanos Marx, no pretendía explicar nada, sino simplemente hacer reír con una letra absurda y enrevesada: “Súmale el gravamen del pasivo del sobrante / y a la base imponible de la parte contratante / la prorrata transitoria a simular / deducida de la cuota del valor a amortizar. / Quítale el montante del volumen soportable / y repercute en el activo el valor incrementado / y le añades cuatro duros al sumar / por si te has equivocado, que también puede pasar”.
‘Los impuestos’: Pepe Da-Rosa.
Antes de ellos, Pepe Da-Rosa, otro cómico hoy completamente olvidado, puesto que falleció en 1986, a los 54 años, había reaccionado en 1978 a la creación del IRPF –que entró en vigor en septiembre de 1978– con un recitado humorístico con fondo de jazz, que se mofaba de la campaña oficial (“Hacienda somos todos”)que alentaba a los sufridos contribuyentes a no defraudar en la declaración de la renta. Entre otros versos, en la canción se podía leer: “A dejarse de lamentos y a pasar el trago amargo, / que es mejor pagarlo ahora que pagarlo con recargo. / Como tienen el talento de mil pares de demonios, / se han sacado un nuevo impuesto que va sobre el patrimonio. / Todo lo que tenga en casa lo declara de manera / que, si usted no se espabila, paga hasta la cafetera. / Y le manda unos impresos pa’ volver loco a cualquiera, / que, por mucho que los lea, ni se aclara ni se entera. / Si llega el sobre de Hacienda, vale más que no lo abra, / mándelo a una asesoría o acaba como una cabra”.
‘Impuestos’: varios autores
E igual que sucedía con la banda punk británica The Exploited, las bandas punk españolas (la mayoría vascas) de los años ochenta y noventa escupían con violencia contra los impuestos. Puede ser divertido rastrear en Internet algunas de estas canciones, varias de ellas con el mismo título, pero distintas letras y distintos autores: “Impuestos”, el título más común, a cargo de Zurriagazo y Lendakaris Muertos, Hermandad Konfliktiva y otra banda llamada directamente Impuestos; “Paga los impuestos”, de Herschell Crustofsky; “No impuestos”, de Infexion Respiratoria Aguda (I.R.A./ y “Más impuestos”, de Markatu Eskina…