“La Suite Privada”, es la nueva, lujosa, e increíble terminal privada del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, situada en una localización extremadamente exclusiva y protegida. Ya comentamos que algunos aeropuertos tenían unas zonas VIP envidiables, pero Los Ángeles lo ha llevado a otro nivel.

Esta terminal VIP, es el ejemplo perfecto de protección y privacidad. Puede que sea la forma de viajar más lujosa del mundo, no solo para los famosos, también para los ejecutivos de alto perfil, o para cualquier persona que quiera privacidad a la hora de viajar, y se lo pueda permitir.

La división de servicios de aviación del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, está dirigida por dos expertos del Aeropuerto de Heathrow de Londer: Danny Sloan, que se encargaba de manejar los servicios VIP en Heathrow, y Steve Gargaro quien se encargaba de The Windsor Suite.

Aeropuerto, California

Los Ángeles suele ser estresante para muchas personas. El claro ejemplo son las celebridades, cuando ellas van al aeropuerto, esto afecta a muchas personas más. Las personas que están en la terminal, los controles suelen ir más lentos, y todo el personal se ve afectado por las cámaras que llenan cada rincón del aeropuerto.

Debido a las multitudes que se agolpan en la calle, se producen arrestos, demandas y lesiones. No es algo que pase de forma ocasional, si no algo que ocurre todos los días en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Por ello, la creación de este espacio supone un gran avance para las personas que de verdad necesitan privacidad, pero también para los trabajadores del aeropuerto.

Según sus aproximaciones, la clientela habitual no serían los famosos, a pesar de lo que todo el mundo pudiera pensar, sino los ejecutivos, ya que necesitan descansar, trabajar y dormir en el aeropuerto.

Una de las primeras cosas que verás si tienes la suerte de acceder a esta terminal, es una cama doble, con unas cortinas para proteger la intimidad. Esperemos que algún día puedas probar esta experiencia que de momento está al alcance de muy pocos.