Con anterioridad, hemos hablado de la verdadera clave de la felicidad, aunque no tiene por qué aplicarse a todo el mundo. Puede que a veces pensemos que como en España no se vive en ningún otro sitio, y puede que sea verdad, pero para nosotros mismos. Tenemos buen clima, buena comida, personas que por norma general son agradables. Pero por otra parte, tenemos problemas políticos y económicos. De cualquier forma, sabemos cómo ser felices, y eso es algo maravilloso, pero no somos los únicos.
A lo mejor no habéis oído hablar del Hygge, una palabra que describe el estilo de vida de los daneses, y se refiere específicamente a un momento de felicidad o más bien un momento especial. Hace un año o dos, todo el mundo se volvió loco con este término y con esta forma de vida, otros lo vieron como una forma de pasar el tiempo sin hacer nada en los meses de invierno. No hay una palabra en castellano para describir esto, pero es tan diferente a nuestro punto de vista sobre la felicidad que igual tampoco necesitamos una.
Es solo un ejemplo para apuntar que existen diferentes formas de felicidad según la cultura y el país al que miremos. Si pensamos en Japón, podemos encontrar la palabra “Shinrin-yoku” que se traduce a algo así como, baño forestal, y literalmente significa salir y sumergirte en la naturaleza, formar parte de ella, y con ello mejorar tu salud y tu bienestar.
Para los alemanes, la palabra clave es “Gemütlichkeit”, y es muy parecido al estilo de vida danés, ya que se basa en la comodidad.
En Francia y en Italia tienen el “Aperitif” y el “Aperitivo”, son países en los que se come mucho, pero siempre acompañándolo por una buena bebida, tras un duro día de trabajo.
Para el resto del mundo, nuestro estilo de vida es la siesta, aunque particularmente opino que solo es una parte de él, que un país no se puede definir por una práctica, pero que los españoles sabemos cómo lograr un balance perfecto entre vida laboral y felicidad.