Hemos hablado de los distintos tipos de dietas, pero no de los cheat days. Estos días son una excusa perfecta, son esplendidos. Podemos empezar una rutina de ejercicios que justificaría este día. Imagínate: comer lo que quieras y en la cantidad que quieras: pizza, hamburguesas, patatas fritas (o todo a la vez). Y después de esto volver a tu vida sana, a tu rutina de ejercicio y ver resultados positivos.
¿Esto es real? ¿Son los cheat days beneficiosos o simplemente no tienen ningún tipo de sentido?
Jessica Spendlove, una acreditada dietista, describe estos días como los días en los cuales podemos comer de forma más relajada. Las elecciones de este día suelen tender a ser altas en grasa y azúcares. Y tenemos buenas noticias, ayudan a tu metabolismo.
La explicación es que si comemos de forma lineal por un periodo de tiempo podemos hacer que nuestro metabolismo pierda su forma. No vamos a hacer que sea más lento, pero al acostumbrase, no vamos a obtener mejores resultados tampoco. Por ello las “cheat meals” tienen impacto positivo en nuestro metabolismo, porque no se lo espera.
Esto no significa que las “cheat meals” sean la mejor forma de entrenar tu metabolismo. Por el contrario, Spendlove sugiere que existen distintas formas de adaptar la energía que necesitas para tus entrenamientos. Por ejemplo con una toma de nutrientes que optimice tu metabolismo.
Por tanto, si hablamos de si son buenas o malas estas comidas en las cuales podemos hacer realmente lo que queramos. Son buenas o malas según cómo nos acerquemos a ellas. El problema es que al ser tan estrictos con nosotros mismos durante un periodo de tiempo, podemos pecar de soltarnos demasiado. Por ello si logramos encontrar un balance entre un poco de felicidad y la vuelta a los patrones de alimentación saludables, tendremos el equilibrio perfecto.