Menorca es una isla que funciona a otra velocidad, diferente a sus hermanas baleares, dedicada a otro tipo de disfrute. Aquí los sentidos se despiertan, se potencian y se ven atraídos por una amplia oferta de restaurantes, bodegas, naturaleza… Donde las playas de arena blanca y agua cristalina, calas escondidas, imponentes paisajes y puestas de sol la convierten en un marco incomparable para disfrutar de unas idílicas vacaciones con todas las comodidades y el mejor ambiente.
En nuestro particular viaje por los sentidos, si habláramos del gusto hablaríamos de Lago Resort Menorca, en el suroeste de la isla, entre Cala’n Bosch y la playa de Son Xoriguer. Con un claro y fuerte compromiso por un turismo sostenible, tiene una de las ofertas gastronómicas más potentes de la isla. Su propuesta alberga hasta 24 restaurantes y bares, donde disfrutar desde los clásicos arroces y pescados menorquines en Aquarium Port a la fusión japo-menorquina de Godai, pasando por el viaje a Perú que propone Kaypa o la cocina del sudeste asiático recién aterrizada en la isla de Thai Garden by Arena Beach.
En nuestra visita a Ciutadella una de las paradas obligatorias es Aquarium Port, con una terraza con vistas al puerto, ofrece una gran materia prima de la zona, con especial interés en sus arroces, pescados y paellas. Además de las vistas destacan en su carta los productos autóctonos, platos marineros como su famosa caldereta (receta de la abuela de 1962) o elaboraciones como el Japotaco de atún, un delicioso bocado a base de tarantelo de atún rojo con guacamole casero y shichimi tōgarashi premiado en la primera edición de GourmeTapa by Fuentes en el Salón Gourmets 2023, además de una tarta de queso de Mahón, por supuesto, deliciosa.
De vuelta al oasis de Cala’n Bosch tendremos que hacer parada técnica en Kaypa (en lengua quechua Kaypa de Kay Pacha significa ‘el aquí y el ahora, vivir el momento’), restaurante peruano que, de la mano de Omar Malpartida, chef con un Sol Repsol, propone una experiencia auténtica con una carta ideal para compartir y deleitarse con una amplia variedad de platos que combinan los mejores productos de la zona con ingredientes, recetas y técnicas de Perú.
El otro restaurante de referencia dentro de Lago Resort es Thai Garden by Arena Beach, emblemático restaurante de comida tailandesa que comandado por el mítico Emilio Carcur acaba de aterrizar en la isla. Su propuesta, una cocina street food tailandesa al ladito del mar y cuidada hasta el más mínimo detalle, promete al visitante una experiencia auténtica de los sabores del país del sudeste asiático. El color, el sabor y el olor de sus platos es embriagador.
“Gastronomía, ambiente, arte en mesa, excelencia en el servicio y un toque de magia son los ingredientes principales de esta receta para transportar a nuestros clientes a este fascinante país, ya sea de regreso en sus recuerdos o por descubrir aún para muchos”, explicaba Carcur a la revista Tapas, destacando que Thai Garden más que un restaurante, “es una filosofía”.
Probablemente, el buque insignia gastronómico entre tanta oferta de Lago Resort sea Godai, restaurante del chef estrellado Julián Mármol, y quizá el establecimiento menorquín con mayor probabilidad de obtener la primera estrella Michelin para la isla. Esta propuesta que sólo da cenas y cuenta con un menú degustación de 12 platos, pretende fusionar, nada más y nada menos, que la cocina japonesa y menorquina.
Para concluir con el disfrute del gusto no deberíamos perdernos Burdell de Foc, la propuesta comandada por los chefs Javier Goya (GrupoTriciclo) y Jose Fuentes (KultO-Trasteo) que junto con el maître-sumiller Fran Ramírez (Amano y ex Alabaster, Terraza del Casino…) y Pablo Quesada (actual jefe de cocina de Triciclo) ceden el protagonismo al producto de calidad, las brasas y los guiños a ingredientes y recetas menorquinas y que combinan con una gran variedad de vinos.
Este espacio, ubicado en una antigua masía menorquina, ofrece una propuesta tranquila y pausada a tan sólo cinco minutos de Mahón. La luz de las velas, el atardecer y el blanco característico de esta construcción tradicional le otorgan un ambiente único en las noches de verano.
En Lago Resort Menorca no todos los placeres están dirigidos al gusto. Aquí el tacto también se cuida. Además de la enorme oferta gastronómica, la desconexión y el relax de sus huéspedes está asegurado con los mejores espacios para nadar y un SPA con una oferta de masajes envidiable. Manos con mucha experiencia que harán que te olvides de cualquier preocupación.
Otro de los encantos de la isla son sus calas. Espacios rebosantes de tranquilidad donde el oído se calmará y comenzará a dejarse llevar por el oleaje rompiendo en la arena. Para llegar hasta estos rincones paradisíacos podemos elegir entre una caminata a pie –muchas de ellas están conectadas por caminos– o un paseo en barco, desde el que podrás descubrir infinidad de cuevas y la historia arquitectónica (talayots incluidos) que va apareciendo en el litoral. En cualquiera de los casos te sorprenderán aguas cristalinas rodeadas de naturaleza donde pasar el día entre chapuzón y chapuzón.
Para el disfrute de la vista no solamente tenemos las calas de Menorca, sino que desde 2021, a quince minutos en ferry del puerto de Mahón, en la isla del Rey, la galería Hauser & Wirth ha dado nueva vida a las dependencias de un hospital en desuso del siglo XVIII para crear un centro de 1.500 m2,que ya ha dado la bienvenida a más de 128.000 visitantes. Ocho galerías y un recorrido exterior de esculturas con obras de Martin Creed, Stefan Brüggemann, Hans Josephson, Paul McCarthy,Thomas J Price, Pipilotti Rist, Eduardo Chillida y Laia Estruch conforman el espacio expositivo.
Además, este verano y hasta el 29 de octubre, albergará la exposición de Christina Quarles Come In From An Endless Place. La artista afincada en Los Ángeles presenta nuevas pinturas y obras sobre papel en Hauser & Wirth Menorca. Su primera exposición en España coincide con una gran muestra en la Hamburger Bahnhof de Berlín y da continuación a su participación en la aclamada exposición del año pasado en la Bienal de Venecia, The Milk of Dreams.
Si le hemos dado placer al resto de sentidos el olfato tampoco faltará en Menorca. Con una variada oferta de enoturismo la isla nos ofrece otra manera de conocerla. Los vinos menorquines –y sus bodegas– son grandes embajadores de la esencia insular. Dos de los grandes exponentes por su variedad de referencias y calidad de las mismas son: Bodegas Torralbenc y Bodegas Binifadet.
La historia del vino en Menorca se remonta a la época de los fenicios. Su clima mediterráneo tiene unas condiciones específicas que hacen de la isla más fresca que otras de su entorno, lo que ayuda a elaborar vinos más frescos, más aromáticos, más ligeros y sutiles.
En el caso de la familia Urtasun, también dueños de la bodega riojana Remírez de Ganuza, en 2002 decidieron adquirir la abandonada finca agrícola de finales del siglo XIX. Hoy, tras más de una década de esfuerzo y dedicación, pueden estar orgullosos de poder hablar de las bodegas de Torralbenc. Un complejo proyecto de recuperación que con ilusión y mucho trabajo de investigación y de labrar la tierra, llevan elaborando vino desde 2016.
Un poco más veterana es la historia de las Bodegas Binifadet. En 1979, la familia Anglés inició a hacer pruebas con diferentes variedades de vides y su adaptación al clima de la isla. Tras años de dedicación a la elaboración de vino para consumo familiar, y después de construir una nueva bodega, en 2004 llegan al mercado los primeros vinos y comenzó la actividad turística en la bodega, con visitas guiadas y degustaciones de vino.
Les invitamos a que descubran, tal vez, la más desconocida de las baleares.
