Existen un par de cosas que debes saber antes de ponerte tus zapatillas y empezar a trotar. Correr solo puede ser muy aburrido, incluso con la playlist más motivadora de la historia. También puede dar miedo en algunas ocasiones, por ejemplo cuando oscurece. Puede que nunca cambies de ruta, porque es la que haces siempre, en vez de aventurarte en una nueva. Pero lo más complicado de todo, es intentar mejor tu velocidad o tu distancia cuando no tienes a nadie para verlo.

La solución a este problema es muy fácil, únete a un club de corredores. De esta forma no podrás poner excusas para quedarte viendo la televisión en lugar de ir a correr cinco kilómetros. Si, suena desalentador, quedar con un grupo de extraños vestidos con licra, y los que además, van a salir corriendo literalmente.

Pero esto no es así para nada, Según Jen Slater, una bloggera especializado en bienestar, los grupos de corredores son muy acogedores. Todo el mundo tiene que empezar desde abajo, y nadie te va a mirar nunca por encima del hombro. Los grupos son felices porque te unas, porque tú les has elegido.

Existen grupos en Facebook, en los cuales puedes echar un vistazo antes de decidir si te atreves a saltar o no. Es tan fácil como entrar en la red social y buscar un poco. Hay grupos de corredores de diferentes tipos y nacionalidades.

En nuestro país es un tema a explorar, pero si nos vamos a Reino Unido, encontramos que la diversidad es algo que junta a las personas. Por ejemplo, existe un club LGBT, los London Frontrunners, y resulta que es el club más grande de todo el país. Aceptan a todo el mundo que esté de acuerdo con que las etiquetas son innecesarias en los tiempos que corren.

Los clubes de corredores son una forma excelente de hacer nuevos amigos, y explorar nuevos pensamientos diversos a los nuestros. Ser parte de una comunidad no enseña a entender la palabra “camarada”. Puede que solo te unas para mejorar tus métodos a la hora de correr, pero los beneficios que te vas a llevar van a ser mucho mayores.