Drew Dawson, el director del Instituto Appleton en Australia, ha explicado que la falta de tiempo para procesar las acciones que realizamos cuando estamos somnolientos en recuerdos, es la razón por la cual hacemos cosas mientras dormimos. Lo que ocurre es que puedes estar despierto y entonces respondes a una acción, pero no estás lo suficientemente despierto para conectar la acción con tu memoria.
Si te despiertas rápido, tu cerebro intenta ponerse al día, pero no somos conscientes de ello. Si tu cuerpo no se toma su tiempo para despertarse en condiciones, vas a despertarse sintiéndote mal, y probablemente de mal humor. Siempre puedes intentar aprovechar mejor tus horas de sueño, para sacarles el máximo partido, como ya comentamos en artículos anteriores.
Despertarse es una cosa, pero la forma en la cual nos despertemos es un largo proceso y puede ser diferente en cada persona. A veces asumimos que abrimos los ojos y ya estamos despiertos, como si el proceso acabará ahí, pero es algo bastante más complejo.
Lo más interesante de todo esto es que basamos nuestras percepción dependiendo de lo bueno que haya sido el sueño de la noche anterior, no en cuántas horas hayamos dormido.
Si reducimos las horas que pasamos despiertos, la percepción del sueño mejora y así es como funcionan las pastillas para dormir. Si hablamos con personas que padecen insomnio, y toman pastillas para dormir, veremos que sus horas de sueño aumentan solo 20 minutos. Esto no parece mucho, pero uno de los efectos de estas pastillas que se te olvida cuando te despiertas, así que las personas asumen que han dormido bien.
En resumen, cuanto menos se den estas situaciones nocturnas de las cuales no somos conscientes, mejor, ya que creeremos que hemos tenido un sueño placentero cuando en realidad no ha sido para nada así.