Seguro que a estas alturas ya conoce Singer. Con sede en Los Ángeles, la empresa restaura y reimagina ejemplares del Porsche 911 construidos originalmente a finales de los 80 y principios y mediados de los 90. El producto final es un coche hecho a medida, restaurado a la perfección, a menudo con las prestaciones de un 911 moderno y entregado a un grupo muy privilegiado de clientes a cambio de un cheque muy abultado.
La última creación de Singer es el hooligan naranja de la foto de arriba, llamado Estudio de Dinámica y Aligeramiento – Turbo. Aunque es un poco un trabalenguas, el nombre es el resultado de mezclar los dos proyectos más recientes de Singer –el DLS, o Estudio de Dinámica y Aligeramiento, y el Turbo– en una escandalosa creación.
Con todo el aspecto del personaje de dibujos animados hecho realidad, el diseño del coche se inspira en el Porsche Tipo 934/5, un coche de carreras del Grupo 4 de finales de los años 70. También tenía unos enormes arcos de caja que albergaban sus ruedas traseras, y un enorme alerón que se asentaba mucho más allá del borde de salida de la carrocería.
Bajo la piel naranja del nuevo coche de Singer encontrará un motor de seis cilindros planos de 3,8 litros con doble turbocompresor, capaz de producir más de 700 caballos de potencia y alcanzar más de 9.000 rpm. La potencia se envía a las ruedas traseras únicamente a través de una nueva transmisión manual de seis velocidades del especialista Ricardo, y hay un bonito trozo de varillaje de cambio expuesto bajo la palanca de cambios.
Rob Dickinson, fundador y presidente ejecutivo de Singer, dijo: «Tenía 12 años cuando un amigo de mi padre nos enseñó su película en Super 8 de las 6 Horas de Watkins Glen de 1977. Cuando la cara familiar de un Porsche 911 se transformó en unas caderas imposiblemente encajonadas, unas tomas de aire abiertas y un gigantesco alerón trasero de doble plano, aún recuerdo la conmoción y la comprensión de que ésa era la otra vida del 911: el coche de carreras. Desde que Singer empezó, he querido volver a ese momento, colaborar con nuestros clientes y celebrar ese coche: el 934/5.»
Los frenos cerámicos de carbono se montan de serie, junto con las llantas de magnesio forjadas y con bloqueo central, revestidas con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 o con los más adherentes y adherentes Cup 2R.
La refrigeración del motor y sus turbos sigue contando con tomas instaladas en las ventanillas laterales traseras, pero ahora hay un ventilador eléctrico que aspira el aire de refrigeración, además de que las culatas del motor están ahora refrigeradas por agua. Otra novedad no vista en ningún Singer anterior son los escapes de salida lateral que salen por detrás de las ruedas traseras.
El interior conserva el mismo aspecto general de otros Singer: es un habitáculo que mantiene la misma disposición general que un 911 de la generación 964, pero con una nueva botonería, diales tipo joya y un potencial de personalización casi ilimitado. Como demuestra el color naranja retintado del coche que aparece en la imagen de este artículo.
Para los clientes que no deseen el enorme alerón trasero –o que vivan donde tal cosa no se considere legal en la calle– Singer también ofrece su última creación con un alerón de cola de pato al estilo Porsche en su lugar, que se ve a continuación en un color llamado Moet Blanc.
Singer planea construir 99 ejemplares del DLS Turbo, lo que lo hace ligeramente más común (relativamente hablando) que el DLS original, del que sólo existirán 75. Al igual que con el DLS, el nuevo DLS-Turbo verá los 911 de la generación 964 restaurados y reimaginados en las instalaciones de Singer en el Reino Unido.
No se ha anunciado el precio, pero no hay que esperar grandes cambios por 2 millones de dólares o incluso 3 millones una vez que se hayan añadido algunos toques personales. El coche hará su debut público en el Festival de Velocidad de Goodwood del 13 al 16 de julio, y después aparecerá en la Monterey Car Week en agosto.