Las personas que experimentan la más amplia gama de emociones positivas, tienen los niveles más bajos de inflamación en sus cuerpos, de acuerdo con los últimos estudios. Una inflamación baja se traduce a una reducción en el riesgo de enfermedades como la diabetes y los problemas cardiovasculares.
Los investigadores testaron a 175 personas de mediana edad, para ello les pidieron llevar la cuenta, mediante la anotación, de las emociones que experimentaban durante un mes. Seis meses después, los científicos realizaron pruebas sanguíneas sobre la inflamación sistemática, un factor de riesgo por condiciones de salud crónicas y por una posible muerte temprana.
Como resultado, las personas que experimentaron el rango más amplio de emociones positivas, en su rutina diaria, mostraban menos inflamación que las personas que las personas con un menor rango.
El autor principal del estudio, Antony Ong, profesor de la Universidad de Cornell, sospecha que las personas son capaces de maximizar estos beneficios examinando de cerca sus emociones. Puede entonces que sea una simple práctica diaria, categorizar las emociones positivas para obtener beneficios.
A pesar de los esfuerzos para control los factores externos, Ong es consciente de que pueden existir ciertos imprevistos, por los cuales las personas con un rango menor de emociones positivas, pueden tener una inflamación mayor. El estudio no fue capaz de demostrar una relación de causa y efecto, o una dirección de asociación.
Es necesaria una investigación más profunda, pero con las anteriores se refuerza la idea de que la felicidad y la salud están relacionadas.