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Cómo manejar la confrontación en el entorno laboral

Lo más importante es que depende de ti. No de tu jefe, no de recursos humanos, solo depende de ti. De todas formas, el jefe puede causar más problemas de los que resuelve. A los jefes no les gusta entrar en este tipo de situaciones, por esto cuando tienes un problema con alguien la mejor solución es resolverlo por tus propios medios.

Siempre teniendo en cuenta que igual el sujeto con el cual te sientes ofendido, puede no tener ni idea de lo que está pasando. Por ello, para tener una conversación productiva, debes pensar en ella como algo fácil, no como algo complicado. Es algo positivo, es la oportunidad de resolver una molestia y acabar por fin con ella. Planea lo que vas a decir pero no lleves un guion. Habla con calma, pero no de forma robótica.

Tienes que ser claro, pero teniendo en cuenta la importancia de la empatía. Si eres una persona empática por naturaleza, puedes dejar de leer esto, aunque no deberías, nadie es perfecto. Si no lo eres, inténtalo y relájate un poco, respira. Ahora piensa en todas las conclusiones a las que has saltado. Intenta ver las cosas desde la perspectiva de la otra persona. Pregúntate si tienes alguna culpa por el malestar de la otra persona. Sé que suena irónico pensar que si tú tienes un problema con alguien puedas tener la culpa tú, pero sucede, así es la vida. Necesitas ser consciente de ellos.

Lo único peor que una expresión agria en una confrontación es una sonrisa, es una insulto tanto hacia el tema de conversación como hacia a la persona que tenemos delante. La confrontación es un tema laboral serio y debe ser tratado como tal.

Es normal que se nos note enfadados y ofendidos, pero para ayudar a arreglar el problema, hay que disipar la ofensa con rapidez.

Lo más importante de todo es que hables con calma y escondas tus emociones sin ser robótico.

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