Desde el alza de plataformas online como Facebook, ha surgido una creciente preocupación sobre los posibles efectos de estas redes en nuestra salud mental. Es curioso que la ciencia ha encontrado una conexión muy débil entre el crecimiento de las redes sociales y nuestros problemas mentales.
La idea que tenemos es que las redes sociales nos hacen sentirnos peor con nosotros mismos, y eso nos genera ansiedad, esto es cierto para algunas personas. Pero si lo miramos a gran escala, con los estudios en la mano, no es tan cierto.
Nuestra vida online es una extensión de nuestra vida offline, mientras que eliminar a alguien de una red social puede afectar a la amistad, perder el contacto con alguien y terminar una relación amorosa es una parte natural de nuestras vidas.
Un factor que tiene impacto en la salud mental es el apoyo por parte de nuestros familiares. Las personas con altos niveles de apoyo familiar tienden a dejarse influenciar menos por la redes sociales.
Aún viviendo en la era de las nuevas tecnologías y comunicaciones, es bueno saber que al final del día se mantiene una construcción psicológica tan sencilla como es el apoyo de tus seres queridos, sigue siendo tan importante como lo ha sido siempre.
Precisamente por la unión de varios factores, no se puede culpar solamente a uno por las enfermedades mentales, por eso las redes sociales no pueden ser el único causante de nuestros problemas.