Para los minimalistas más es menos. En nuestra mente el minimalismo tiene que ver con paredes blancas, muebles blancos y crear la calma y la belleza limitándonos a lo absolutamente básico. Para los maximalistas más es más. Cuantos más colores y estampados juntos mejor. La belleza se crea mediante el exceso y la exageración.
Pero para convertirse en minimalista o maximalista hace falta más que comprar muebles, hay que seguir una filosofía de vida.
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El minimalismo como forma de vida
Cabe destacar que el minimalismo tiene un origen que podemos considerar cuánto menos cínico. En el siglo XXI tendemos a pensar que esta palabra se refiere a personas negativas y escépticas, y quizás algo pedantes. El verdadero origen de esta palabra se remonta a la Antigua Grecia, y se refiere a una escuela que cuestionaba cuánto necesitamos verdaderamente, pero que por otro lado creía tener la razón universal.
El problema de ambas filosofías es que tendemos a practicarlas de forma incorrecta. En la práctica el minimalismo debería entenderse como perder peso, pero no en el sentido físico sino en el sentido vital. Supone adquirir menos cargas mentales de las necesarias y preocuparse por lo verdaderamente importante. Conseguimos una independencia intelectual en la cual cada persona es capaz de decidir por sí misma qué es lo verdaderamente esencial. Por ende si seguimos la práctica correcta, llegamos a alcanzar la libertad mental.
El maximalismo como forma de vida
En su práctica correcta, la idea principal del maximalismo es la conciencia de que cuanto más aprovechamos las cosas que tenemos, más conscientes somos de lo corta que es la vida. El maximalismo es la propia reacción a esta idea. De hecho, la ciencia respalda el pensamiento por el cual si variamos nuestras experiencias tanto como podemos, podemos llegar a pensar que hemos vivido más tiempo del que realmente lo hemos hecho. En vez de abandonar todo el progreso que la sociedad ha conseguido, y vivir con menos, los maximalistas abrazan el caos.
¿Minimalismo o maximalismo?
Preguntar qué estilo de vida es mejor es como tener que elegir quién es mejor, The Beatles o The Rollin’ Stones. Es una cuestión de gusto, la pregunta correcta sería, “¿qué prefieres tú?” Si eres capaz de responder, probablemente tengas la mejor idea sobre qué estilo de vida deberías llevar.