Un proyecto de construcción único en su género transformará los viajes entre Europa Central y Escandinavia. Cuando esté terminado en 2029, el Túnel de Fehmarnbelt, de 8.000 millones de dólares, será tanto el túnel combinado de carretera y ferrocarril como el túnel sumergido más largo del mundo.
Conocido oficialmente como Fehmarnbelt Fixed Link, el túnel de once millas de longitud que unirá Alemania y Dinamarca se asentará en una zanja en el fondo del Mar Báltico a una profundidad de hasta 130 pies.
Se trata de un elemento clave en el desarrollo del corredor Scan-Med, una red de transporte que abarca más de 5.000 km desde Malta en el sur hasta Finlandia en el norte. Por el camino, atraviesa montañas alpinas y cruza océanos. Pero al acercarse a Escandinavia, un tramo de agua conocido como el estrecho de Fehmarn provoca un desvío de 300 millas tanto para el tráfico por carretera como por ferrocarril en la ruta norte-sur.
El enlace ferroviario previsto reducirá el tiempo de viaje de Hamburgo a Copenhague de cinco a menos de tres horas, mientras que el enlace por carretera sustituirá a un servicio de transbordador muy transitado y reducirá el tiempo de viaje en aproximadamente una hora.
Cómo construir un túnel sumergido
El megaproyecto ya está muy avanzado. Desde el punto de vista de la ingeniería, el proyecto es realmente fascinante.
El túnel constará de 89 elementos estándar de hormigón, cada uno de 712 pies de largo. Cada elemento contendrá dos tubos para la autopista, dos para el ferrocarril y uno para el acceso de servicio. Cuando esté terminado, cada elemento se encajará en una zanja de 39 pies de profundidad.
Se espera que el dragado de esa zanja produzca 671 millones de pies cúbicos de tierra, arena y roca, que se convertirán en nuevos terrenos y playas cerca de las obras.
Los trabajos preparatorios de la fábrica necesaria en el puerto y el túnel comenzaron en 2020 para que las obras propiamente dichas pudieran empezar el 1 de enero de 2021. A mediados de 2022, las obras de dragado ya estaban completadas al 50%.
Los interesados en la ingeniería pueden visitar las obras en Rødbyhavn, en el lado danés del túnel, para obtener más información. Hay visitas guiadas al centro de exposiciones y un mirador con prismáticos que permite a los visitantes explorar las obras con sus propios ojos.
El proyecto tiene su lado discutible
No todo el mundo es partidario del túnel de Fehmarnbelt. Como ocurre con todos los megaproyectos, el desorbitado coste de su construcción ha suscitado muchas dudas sobre su valor, mientras que a los defensores del medio ambiente les preocupa el impacto que las obras de dragado tendrán en el ecosistema marino local.
Casi todos los 8.000 millones de dólares que costará la construcción serán financiados por Dinamarca, que los reembolsará con los elevados peajes que se cobrarán tras su apertura. Muchos cuestionan el valor de semejante inversión, pero los partidarios del proyecto se remiten al emblemático puente de Øresund, que une Dinamarca y Suecia. Se considera que ha sido un éxito a largo plazo, a pesar de las duras críticas que recibió durante su construcción en los años noventa.
Ahora que la construcción del túnel de Fehmarnbelt está en marcha, los defensores del medio ambiente han pasado de intentar que se cancele el proyecto a vigilar su impacto. La vida marina de esta zona del Mar Báltico se desarrolla en aguas claras, algo que el dragado del lecho marino para crear la zanja del túnel perturbará.
En una entrevista concedida a B1M, el activista local Hendrick Kerlen afirmó que «la ecología del cinturón de Fehmarn es muy diversa. El enturbiamiento del cinturón de Fehmarn reducirá el crecimiento de macrófitos y plancton y, por supuesto, repercutirá en toda la fauna y flora marina».
Femern A/S, la empresa responsable del proyecto de construcción, declaró que la sedimentación es uno de los impactos ambientales más vigilados del proyecto. Las lanchas patrulleras y las estaciones de vigilancia recogen datos sobre el enturbiamiento del agua, que se publican en el sitio web de Femern.