Enero es un mes interesante para el calendario de la moda masculina. En la Fashion Week Menswear de Milán, que terminó la semana pasada, y con la de París de estos días, vemos que la elegancia y la sofisticación masculina toma protagonismo en las tendencias para el próximo invierno.
En la semana de Milán, que cada año deslumbra al público con su glamour, se mostró que para la próxima temporada se apuesta por los colores más fríos (algo nuevo con respecto a la propuesta del año pasado) por lo que hubo mucha oda al negro (por ser el color de invierno por excelencia). La mezcla de tejidos también será muy importante: cuero con punto, materiales técnicos, etc.
Además, un punto clave: 2023 apuesta por la dualidad de estilos: Un D&G que invita a llevar chándal y un Prada que vuelve a apostar por los básicos en prenda exterior o MSGM que apuesta por estilo varsity. La reinvención del estilo de oficina (estilo business) y la recuperación de básicos también viene pisando fuerte, y lo pudimos ver en las colecciones de Prada, MSGM, Gucci, Zegna y Armani. Sólo se salen de esta línea Etro, Fendi y Dsquared2, que apuestan por metalizados, oversize, y rompen el molde para quienes buscan algo diferente.
Por otra parte, en la Fashion Week Menswear de París reinó el minimalismo y la sobriedad. Lo pudimos comprobar con Dior Men, que apuesta por la simplicidad y elegancia en sus diseños; a Hermès, que apuesta por los tonos neutros, y a un Loewe muy espectacular gracias a su director creativo, Jonathan Anderson, con una colección en donde predominan el terciopelo, cobre, acero, cuero, satén, lana: los mismos materiales utilizados o representados por los antiguos maestros de la pintura.
En cuanto a Louis Vuitton, este año sorprendió al público con el uso de mucho color y con un homenaje al arte. La razón es la colaboración que han hecho con Colm Dillane y el desfile que Rosalía hizo para la marca. Con la colección tan creativa y la presencia de Rosalía (inusual en una marca como LV), se intuyen cambios fuertes para la firma para 2023.