El uso y la finalidad de Instagram ha ido cambiando con el paso del tiempo. En sus doce años de vida ha ido ganando adeptos (los últimos años de forma más moderada) que se han ido adaptando a las funciones que la red social ofrece. Entre ellas los reels, una nueva forma de crear y descubrir videos cortos y divertidos.
En concreto, con reels «puedes grabar y editar videos de varios clips de quince segundos con audio, efectos y nuevas herramientas creativas«, explica la red social. «En el feed, puedes compartir reels con tus seguidores y, si tienes una cuenta pública, podrás compartirlos con la comunidad más extensa de Instagram a través de un nuevo espacio en la sección ‘Explorar». Algo con lo que podrías ganar (mucho) dinero.
Es el caso de Christian Koch y Aren Andersen, a quienes aconsejaron hacer publicaciones en TikTok e Instagram para dar a conocer más allá de su círculo de confianza sus canciones pop que empezaron a componer a principios de 2020. En aquel momento había una regla de oro: cuatro publicaciones al día, por lo que el contenido era menos importante que la frecuencia, según publica The New Yorker.
Kock llevaba años promocionando su música en solitario en Instagram y en octubre de 2021 contaba con más de 20.000 seguidos, una audiencia lo suficientemente grande como para que la red social lo seleccionara para el Reels Play Bonus, un nuevo programa que pagaba a los creadores por las visualizaciones que conseguían en vídeos de formato corto conocidos como reels.
En un principio, el cantautor no hizo caso a la propuesta. Sin embargo, observó lo que otras personas publicaban en reels y cambió de opinión. Así que, tras pasar unos minutos una noche haciendo vídeos con filtros faciales, Koch se despertó a la mañana siguiente y vio que le esperaba dinero en su cuenta de Instagram. «Me quedé como: Dios mío, ¿he ganado diez pavos por hacer eso?», explica el cantante al periódico. «Es increíble».
Por ello, empezó a publicar entre seis y ocho vídeos con filtros faciales al día y, semanas después, tras recibir el consejo de mentores de la industria musical de publicar más, elevó su producción diaria a entre dieciséis y treinta. El algoritmo de Instagram premió esta extraordinaria proliferación de contenidos. Un filtro que cubría la mitad de su cara con su gemela famosa al azar (Margot Robbie) consiguió casi cuarenta y ocho millones de visitas. Durante su segundo mes inscrito en el nuevo programa de bonificaciones, alcanzó su asignación mensual máxima –mil dólares– y vio cómo su número de seguidores aumentaba en miles. Cuando él y Andersen empezaron a producir vídeos con filtros faciales para su nueva banda, Instagram les concedió una bonificación mensual máxima de 35.000 dólares. Por si fuera poco, Andersen también empezó a publicar vídeos con filtros faciales en su cuenta personal.
Tendencia
Esta nueva función de Instagram fue haciéndose popular pocos meses después del anuncio de la bonificación Reels Play. Docenas de personas –desde populares creadores de YouTube y TikTok hasta una madre recién divorciada sin seguidores en Internet– aprovecharon la oportunidad.
Mediante la producción masiva de vídeos con filtros faciales, los aspirantes a creadores que antes habían tenido dificultades para encontrar audiencia en Instagram vieron cómo sus cuentas se disparaban hasta alcanzar cientos de miles de seguidores y sus vídeos cientos de millones al mes.
En los primeros diez meses del programa, lanzado en noviembre de 2020, varios creadores habían aprovechado la relativamente baja competencia y ganado millones de dólares por crear vídeos cortos y pegadizos.
Todos los creadores de face-filter con los que The New Yorker ha hablado publican sus vídeos no en su feed principal, que se envía a todos sus seguidores, sino directamente en la página algorítmica Discover. De ese modo, los vídeos solo llegan a personas que tienen un control limitado sobre lo que Instagram les muestra. Para los que han tenido éxito haciendo contenidos de los que se sienten más orgullosos, la lógica de hacer filtros faciales es sencilla.
Los vídeos no sólo generan dinero y mejoran las probabilidades de conseguir lucrativos acuerdos con marcas, sino que también pueden dirigir a la gente hacia sus otras cuentas, donde publican mejores vídeos. También han comprendido lo importante que es seguir las tendencias y jugar con el algoritmo de cada sitio.