Nunca han faltado destellos en el interior de Harrods. Tampoco en su fachada. Desde su fundación en 1849, este gran almacén de compras ha brillado por su enorme poderío y lujo. Situado en Brompton Road, una calle del barrio de Knightsbridge, en pleno centro de la ciudad de Londres, Harrods ha contado con la marca que hace décadas situó esta ubicación en el mapa de la ciudad: Dior ilumina la fachada y el interior de este centro a la vez que rinde un homenaje a la historia de la Maison.
Desde la inauguración de estos almacenes han sido muchos los hitos que han tenido lugar allí, pero puede que el más recordado se sucediera de la mano del modisto Christian Dior. Ocurrió en 1952, cuando el maestro de la costura incluyó una colección de zapatos en el portfolio de Harrods. Esto, unido a la enorme repercusión que tuvo el vestido que creó para el 21 cumpleaños de la princesa Margarita, hizo que este centro se convirtiera en centro neurálgico de la alta sociedad británica. Y, sobre todo, de su familia real. No sólo lo demuestra este vestido, también anécdota vinculada a los regalos de Navidad que la reina Isabel II compraba allí para el servicio de palacio.
Además, existe una triple alianza entre Harrod, la Casa Real británica y Dior. Un vestido, un aguinaldo navideño, la primera colección prêt-á-porter de la marca –presentada en el primer piso de este gigante– y la tanda de desfiles de temporada de Dior de 1955 –celebrada en el Teatro de la Moda de Harrods, situado en la tercera planta del espacio–, son algunos acontecimientos que invitan a que la historia de este centro tenga que contarse de la mano de sus dos mejores invitados: Dior y la realeza. Hasta allí acudían los duques de Windsor, junto a duquesas, divas y herederas dinásticas, para ser testigos de las novedades que la industria de la moda guardaba para sus mejores clientes.
Ahora, 70 años después de la presentación de aquella colección de zapatos, el emporio de Knightsbridge vuelve a celebrar su majestuosidad con una fachada iluminada por la temática de Dior. Todos los departamentos del centro han trabajado en hacer de este lugar el auténtico place to be de la Navidad. Como homenaje a Diana de Gales, la firma ha instalado en el interior una fábrica de Lady Dior –el bolso que creó para Lady Di– para que los clientes puedan confeccionar sus propio bolso.
Maletas, cofres, colecciones masculinas, femeninas y de niño, un exquisito stand de maquillaje y algunas piezas de Dior Home, son algunos de los servicios que ofrece la casa para estas fiestas; además de los 44 escaparates resplandecientes de luces y motivos navideños que Harrods ha dedicado a la firma. Una experiencia que culmina en una improvisada cafetería de Dior, con galletas y otros dulces, para coger fuerzas y seguir explorando cada rincón personalizado de la tienda.
