Ramón Freixa, el chef barcelonés distinguido en la Guía Roja con dos estrellas Michelin, es sin duda uno de los más brillantes de nuestro país: su carácter innovador (y muy personal), su magistral dominio de la técnica y su pasión por el producto y los sabores mediterráneos lo avalan.
Por todas las razones anteriores, el cocinero lleva años cautivando al público madrileño y a la crítica especializada en el restaurante que lleva su nombre, ubicado en el interior del Hotel Único, sin olvidar Ático, el restaurante emplazado en la sexta planta del hotel The Principal que también regenta y que cuenta con unas vistas del comienzo de la Gran Vía que quitan el hipo.
Pues bien. El primero de ellos, un refugio urbano boutique que cuenta con un jardín secreto, es famoso por sus espectaculares tiendas de lujo y decoraciones navideñas. Y como no podía ser de otra manera, despide el año con un viaje gastronómico de lujo dirigido por el emblemático chef y su equipo.
El exclusivo banquete, que tiene un precio de 550 euros por comensal (bodega incluida), comprende desde un micro menú de caviar (brioche hojaldrado con translúcido de panceta; terciopelo de cebolla asada al carbón; cangrejo real y carabinero) hasta exquisitas recetas, como el arroz socarrat de espardeñas y pichón, las angulas a la carbonara, el rodaballo con escamas de patata al champagne y el corzo a la royal con foie y trufa, boniato, castañas y membrillo.
Y como broche de oro, pequeñas locuras dulces y, por supuesto, cotillón y uvas de la suerte. De diez.