Después de varios años de trabajo, con una pandemia de por medio que la mantuvo alejada de su familia durante largos meses, Rosalía pudo respirar tranquila cuando el pasado marzo Motomami, su tercer álbum, se convirtió en un éxito desde el mismo momento en que se dio a conocer. La noche del lanzamiento la artista ofreció en TikTok varios vídeos interpretando los temas del nuevo disco, un concierto virtual con una cuidada dirección de arte. Aquel show de 30 minutos, con Rosalía cambiando de look casi en cada tema y con una escenografía estudiada al milímetro, donde la moto se erigía como símbolo de esta nueva etapa, fue solo un pequeño adelanto de lo que los fans esperan ver en la gira de Motomami World Tour, iniciada en Almería el pasado 6 de julio.
Rosalía es Motomami, pero Motomami no es solo Rosalía. La artista ha reivindicado en numerosas ocasiones, tanto en entrevistas como en sus propias canciones, que ella forma parte de todo el proceso creativo de sus temas. “Yo no tuve que hacer, naíta que yo no quisiera”, canta en Bulerías, una frase que se podría entender como un dardo a quienes critican su salto entre géneros musicales. Pero, ¿quién forma parte de su círculo? ¿Quiénes ayudan, no solo a sostener en el tiempo el fenómeno Rosalía, sino a conseguir que la expectación crezca día a día?
En el álbum, la artista escribe y produce cada una de las canciones, rodeándose de gente que confía en su visión. En Motomami ha colaborado con pesos pesados como Pharrel Williams (productor de Hentai), El Guincho o Tainy, involucrados en temas como Candy o La Fama, su hit junto a The Weeknd. Su vasta cultura musical y su afán de innovación, le han llevado a experimentar con aspectos técnicos muy complejos de entender para alguien no experto. Ella mismo los desgranó en un vídeo viral junto al youtuber Jaime Altozano.
Su talento ha hecho de ella una artista global, pero no es la única explicación de su éxito. Son determinantes las horas de trabajo en el estudio, la perseverancia de hacer aquello en lo que se cree, aunque no sea ni mucho menos lo más sencillo, y la habilidad para proyectar una imagen que cautiva a los centennials adictos a las coreografías en TikTok, a los treinteañeros que la descubrieron en Los Ángeles, su primer álbum, y a la generación de boomers reticentes a encumbrar a los ídolos de sus hijos. Su éxito es intergeneracional.
Un equipo de mujeres
Como decíamos, en su trayecto a la cima no está sola. Un amplio equipo trabaja junto a ella, empezando por su manager, Rebeca León. En este caso, detrás de una gran mujer hay otra gran mujer. En concreto, nacida en Miami y fundadora de la empresa de management Lionfish Entertainment. León también representa a artistas de música urbana como Ozuna o Lunay, y anteriormente ha trabajado con Juanes y J. Balvin. Con Rosalía trabaja desde 2018 y en estos últimos años su relación se ha estrechado tanto que incluso la catalana pasó parte del confinamiento en la casa de Miami de Rebeca León.
Otra mujer clave es Charm La’Donna, la coreógrafa artífice de los bailes de Rosalía sobre el escenario y fuera de él, en los videoclips. Se conocieron por Instagram en 2018 y ese mismo año la coreógrafa americana viajó a España para crear la coreografía de la gira El Mal Querer. Uno de los grandes éxitos junto a Rosalía tuvo lugar cuando Charm se alzó en los MTV Video Music Awards con el premio a mejor coreografía por el tema Con altura de Rosalía y J.Balvin.
Además de Charm La’Donna, Rosalía cuenta con el talento de Natalia Palomares como coreógrafa. Esta valenciana, bailarina de Tu cara me suena, es la culpable de que no puedas parar de hacer los pasos de baile de Chicken Teriyaki cada vez que escuchas la canción.
En el plano visual, el trabajo de Carlota Guerrero ha dejado su impronta en el universo Motomami. La fotógrafa y directora de arte catalana ha formado parte del último trabajo de la cantante y ha sido la responsable de dar forma a ese imaginario visual donde la naturaleza, las motos y el poder femenino encarnado por Rosalía se cohesionan sin fisuras.
Las mujeres de su familia
Siguiendo con el símil del mundo de las motos, la gran rueda que ayuda a avanzar a Rosalía es su familia, siempre presente en su vida, aunque vivan a miles de kilómetros de distancia. En Motomami hay un tema dedicado a su sobrino, G3N15, donde se cuela una emocionante nota de voz de su abuela. La madre de Rosalía, Pilar Tobella, dejó su trabajo en la empresa familiar para gestionar la marca en que se ha convertido la de Sant Cugat del Valles. Desde 2019 es administradora de Motomami S.L., la empresa fundada para gestionar los diferentes negocios de la cantante, administrar sus intereses y ofrecer servicios de representación. Su hermana Pilar Vila también trabaja en la compañía.
La estética Motomami se articula también gracias a la moda
La moda es una poderosa herramienta que en manos de Rosalía ayuda a subvertir tópicos, desterrar estereotipos y reforzar un mensaje: ella hace lo que quiere. Por eso, a la hora de definir su estilo resulta difícil encontrar un adjetivo adecuado. Tan pronto se presenta en la gala Met con un look del transgresor Rick Owens, con mantón de Manila incluido, como se sube al escenario ataviada con unas altísimas botas de plataforma. A lo largo de su carrera, ha habido varias personas encargadas del estilismo de la artista. Primero fue su hermana Pili, más tarde trabajó con Samantha Burkhart (artífice de los looks de Billie Eilish) y en la actualidad confía en Jill Jacobs, estilista también de Kylie Jenner. Con su mediática amiga Kylie comparte igualmente maquillador, Ariel Tejada.
Con meses de conciertos por delante, las críticas de su show señalan su gira como una de las más impactantes del año, sino de las mejores, mismo reconocimiento que ya recibió su disco el pasado marzo.