Brad Pitt reabrirá este verano el estudio de grabación Miraval Studios. El lugar, ubicado en Château Miraval, la finca y viñedo al sur de Francia que adquirió con Angelina Jolie en 2008, es conocido porque en 1979 se grabó el emblemático disco de Pink Floyd, The Wall. Además, artistas como AC/DC, Sade, The Cranberries, Courtney Love, Sting, y The Cure también han utilizado estas instalaciones para crear sus materiales musicales.
La finca de Château de Miraval se encuentra en el pueblo de Correns, en La Provenza francesa. La propiedad tiene 35 habitaciones, el estudio de grabación y 500 hectáreas de terreno en donde se encuentran los viñedos, exuberantes fuentes, estanques y una capilla.
Después de dos décadas después de estar inactivo, el estudio fue reformado y recontruído casi en su totalidad alrededor de una mesa de sonido. Según reporta Expansión, la estética es minimalista, con espacios mucho más abiertos en comparación con el anterior en donde abunda la luz natural. Además, tiene techos de 7,5 metros de altura y una sala en vivo de 320 m2, con un control de 100m2, cabinas de grabación separadas y un espacio que alberga sintetizadores vintage y otros equipos especiales.
Actualmente se encuentran reservando lugar para los artistas que tengan interés en grabar en el estudio este verano.
Conflictos entre Brad Pitt y Angelina Jolie
En febrero de 2022, el actor demandadó a su exesposa por haber vendido sin su consentimiento su parte de la finca Château Miraval al empresario ruso Yuri Shefler, propietario del Grupo SPI, un consorcio internacional que vende alcohol en 160 países.
A principios de 2021, Jolie había dado a conocer su deseo de vender la propiedad, según reporta Us Weekly, la actriz había encontrado un comprador externo para su parte de los viñedos franceses, sin embargo, ella no podía finalizar dicha venta porque Pitt no había consentido levantar la ATRO (Automatic temporary restraining order), una orden legal que impide que cualquiera de las partes haga cualquier decisión financiera que merme al otro durante el proceso de divorcio.
En junio de 2021, la protagonista de Maléfinca, presentó una petición para deshacer la ATRO, porque “ya no podía mantener ninguna posición de propiedad en un negocio a base de alcohol dadas sus objeciones personales”, de acuerdo con la publicación. No obstante, el juez no le concedió dicha petición.