Ian Fleming, escritor periodista y espía, creó al agente secreto James Bond, con licencia para matar, como repuesta a lo increíblemente aburrido que era el trabajo de espía en la realidad. Y aunque Bond es claramente un producto de la Guerra Fría, el agente 007 no se limita sólo a luchar contra la Unión Soviética y la expansión del comunismo, sino que también tiene que meter en cintura a ricos particularmente antipáticos, que creen que tienen derechos por encima del resto de los mortales y planean hacerse más ricos, aunque eso suponga llevarse unos cuantos miles de vidas inocentes por delante.
Hemos decidido fijarnos en los villanos de los libros de Fleming y ceñirnos únicamente a su versión literaria para esta lista de los más ricos del universo Bond. Su patrimonio está calculado de acuerdo con las pistas que Fleming deja en los libros y haciendo los ajustes a la inflación desde la década de los 50 del siglo XX al mundo de 2022.
1. Auric Goldfinger
Patrimonio estimado: 18.000 millones de euros
Sector: oro, joyería, metalurgia, líneas aéreas, finanzas
Aparece en: Goldfinger
Auric Goldfinger es, según indica el propio Fleming en el libro, el hombre más rico del Reino Unido, lo cual hace más fácil calcular su fortuna. Toda su trayectoria profesional gira alrededor del oro, que le obsesiona de manera patológica. Y es que a Goldfinger le interesa más el oro que el dinero en sí. Obsesionado en acumular más y más metal dorado, usa su Rolls Royce Silver Phantom y sus líneas aéreas para moverlo de contrabando. James Bond descubre que Goldfinger y su chófer coreano, “Chapuzas”, usan sus viajes para hacer contrabando de oro y seguir incrementando sus reservas a toda costa. Aunque esto no es lo peor: Goldfinger planea atracar con éxito la mayor reserva de oro del mundo en aquellos momentos: las 4.583 toneladas almacenadas en Fort Knox, en Kentucky. El agente 007 verá cómo la única opción de detenerle pasa por ayudarle.
2. Los hermanos Spang (Jack y Seraffimo)
Patrimonio estimado: 10.600 millones de euros
Sector: contrabando de diamantes, joyería, casinos
Aparecen en: Diamantes para la eternidad
Los hermanos Spang gestionan una de las cadenas de joyerías más importantes de los Estados Unidos y, además, hoteles y casinos en Las Vegas. Lo que ocurre es que, además de ser exitosos hombres de negocios, también son contrabandistas de diamantes y por ello prosperan a base de hacer competencia desleal al resto del sector. Aparte de que también tienen su propio conglomerado del crimen organizado. La influencia de las redes criminales de los Spang abarca desde Sudáfrica, donde se roban los diamantes, a los Estados Unidos, pasando por Holanda y el Reino Unido. Estos gánsteres, que aparecen en el segundo libro de James Bond, son ya el primer aviso de Fleming de que los países de la Guerra Fría también podían ser amenazados por organizaciones no estatales, como las mafias.
3. Ernst Stavro Blofeld
Patrimonio estimado: 4.900 millones de euros
Sector: tráfico de información reservada, terrorismo internacional
Aparece en: Operación Trueno (por primera vez)
Blofled, el líder del conglomerado internacional de espionaje y sabotajes llamado Spectre (o Spectra), aprendió ya en la Segunda Guerra Mundial el valor de la información, por lo que empezó su fortuna vendiendo secretos por igual al Eje y a los Aliados. En el mundo de la Guerra Fría decidió ampliar su red a todo el mundo y continuar traficando con secretos, ofreciéndose de paso para ejecutar crímenes, sabotajes y otro tipo de operaciones clandestinas por encargo. El Blofeld de Fleming es el primer empresario internacional en darse cuenta de que los Estados también pueden externalizar sus operaciones más sucias. Y hasta le hubiera podido ir muy bien si no se le hubiera ocurrido tratar de chantajear a los países de la OTAN robando dos cabezas nucleares. Eso hace que James Bond aparezca en su vida y nunca vaya a desaparecer de ella.
4. Hugo Drax
Patrimonio estimado: 4.700 millones de euros
Sector: materias primas, metalurgia, ingeniería de cohetes
Aparece en: Moonraker
Hugo Drax posee el casi monopolio absoluto de la extracción y procesado del mineral columbita (hoy más valioso todavía, al ser parte del imprescindible coltán). De orígenes aparentemente humildes, Drax pasó de pequeñas inversiones en Tánger al monopolio mundial de una materia prima imprescindible para la tecnología. De paso, envía una carta a la Reina en la que se lamenta de que el Reino Unido no disponga (por entonces) de su propio programa de misiles nucleares y se ofrece a hacer uno entero desde cero y pagado de su propio bolsillo; el Programa Moonraker. Bond, que es asignado para investigar el asesinato de uno de los representantes del Gobierno en ese programa privado, no tardará en descubrir que hay más bajo la superficie de lo que parece.
5. Mister Big (Buonaparte Ignace Gallia)
Patrimonio estimado: 3.300 millones de euros
Sector: tráfico de drogas, contrabando, prostitución, comercio de peces tropicales
Aparece en: Vive y Deja Morir
Mister Big es un genio criminal que, por ser negro, pasa bajo el radar de unas autoridades estadounidenses acostumbradas a menospreciar a sus ciudadanos de origen africano. Su organización mafiosa, que se extiende por todos los Estados Unidos, llega también a Jamaica, donde se encarga de traficar con doblones de oro de un tesoro hundido para obtener beneficios y ayudar a financiarse a Smersh, la sección de asesinatos de los servicios secretos soviéticos (en aquel momento el NKVD). Big es igualmente hábil como hombre de negocios y como sacerdote de vudú, el cual usa para infundir más miedo aún a sus oponentes y a asegurar la lealtad de sus aliados.
6. Milton Krest
Patrimonio estimado: 2.500 millones de euros
Sector: hoteles
Aparece en: La Rareza Hildebrand (relato corto)
Milton Krest es un millonario estadounidense, poseedor de varias cadenas hoteleras. Violento y desagradable, se dedica a cazar animales exóticos para venderlos al Museo Smithsonian y ahorrarse impuestos. James Bond coincide de casualidad con él en las Bahamas, en una expedición para capturar a un extraño pez, conocido como “la rareza Hildebrand”. El agente secreto podrá comprobar como entre los hobbies de Krest está el de matar animales, pegar a su esposa con la cola espinosa de una manta raya y maltratar a las personas de otras razas. Digamos a Krest se le acabarán atragantando sus pecados.
7. Francisco Scaramanga
Patrimonio estimado: 1.300 millones de euros
Sector: asesino a sueldo e inversiones diversificadas
Aparece en: El Hombre de la Pistola de Oro
Francisco Scaramanga, asesino a sueldo de origen catalán, venía de una familia de artistas circenses. Ya en su juventud se encargó de meter un balazo a un hombre y decidió que a eso se iba a dedicar el resto de su vida. Asesino a sueldo, sobre todo trabajando para el Bloque Soviético y las mafias de los Estados Unidos, cobra casi 10 millones de euros por asesinato, que lleva a cabo con un revolver Colt chapado en oro. Sin embargo, reinvierte sus ganancias en materias primas, inversiones bursátiles y en el naciente sector turístico del Caribe. Bond se encargará de él en un futuro hotel de su propiedad en Jamaica.
8. Julius No
Patrimonio estimado: 1.260 millones de euros
Sector: guano y tráfico de tecnología nuclear
Aparece en: Doctor No
El doctor Julius No trabajó de contable para la mafia china. Pero le pillaron metiendo la mano en la caja y le pegaron un tiro. Pese a ello, sobrevivió, convirtió su botín en sellos y compró una isla en Jamaica, Cayo Cangrejo, donde multiplicó por 100 su inversión al dedicarse al comercio de guano, excrementos de aves que suponen un valioso fertilizante. Pero como No podía reprimir sus impulsos por hacer el mal, también se dedicaba a torturar a personas y a interferir con los lanzamientos de cohetes y de misiles de los Estados Unidos (pasando la factura a la URSS). Bond se encargará de volver a la fuente de su riqueza contra él.
9. Aristóteles Kristatos
Patrimonio estimado: 1.100 millones de euros
Sector: drogas y contrabando
Aparece en: Risico (Relato corto)
“Ari” Kristatos parecía el amable y carismático contrabandista griego de leyenda que, tras un heroico historial en la resistencia helena contra los nazis, ahora era un hombre de negocios respetado. Kristatos da el aviso al Servicio Secreto Británico (MI6) de que un contrabandista italiano, Enrico Colombo, pretendía desembarcar un gran cargamento de heroína en el Reino Unido. El MI6 manda a Bond, que no tarda en darse cuenta de que el verdadero narcotraficante es Kristatos, que además es apoyado por la URSS y que, de paso, pretendía usar a Bond de asesino contra la competencia.